miércoles, 22 de mayo de 2019

EN LUGAR SEGURO. Wallace Stegner.


Es la segunda vez que comento a Stegner y vuelve a abrirse el abismo a mis pies, porque reseñar a Stegner es reseñar la vida, y eso es inabarcable. Pero lo voy a intentar, como ya hice con la fantástica Angulo de reposo.

Wallace Stegner es un peso pesado de la literatura norteamericana del s. XX, aunque poco conocido en España hasta que Asteroide nos lo ha puesto en primera fila.
Profesor de Literatura en varias universidades, incluida la de Madison, Wisconsin, donde ejercen los protagonistas de esta novela; maestro de escritores en la escuela de escritura creativa que fundó en la Universidad de Stanford, entre ellos nada menos que Raymond Carver o Ken Kesey; es, por encima de todo escritor. Un escritor que puso en valor el Oeste, su hogar, como referente literario frente al dominio tradicional del Este y de los primeros en poner su pluma al servicio de la defensa del Medio Ambiente.

¿Por qué hago esta introducción? Porque “En lugar seguro” fue la última novela que escribió Stegner y tiene mucho de autobiografía escondida, de reflexión sobre su carrera y la Literatura. Es casi un testamento donde se recogen todas sus pulsiones como escritor comprometido con el oficio y la Naturaleza, un máster de escritura infiltrado entre los personajes, una última llamada al espíritu pionero que no se rinde.

También es un gran canto a la Amistad, que encarnan los dos matrimonios protagonistas: Larry y Sally Morgan, Sid y Charity Lang, tan diferentes en nivel económico, educación y procedencia, que, quizás por ello, sufren un auténtico flechazo mancomunado desde su primer encuentro en la universidad de Madison, Medio Oeste, metáfora de “Punto X” norteamericano donde todo es posible.
La novela está narrada en forma de “flashback” y arranca cuando los cuatro protagonistas, ya mayores y curtidos en las batallas de la vida, se reúnen en la gran casa veraniega de los Lang en el Este para dar el último adiós a uno de ellos. Larry, alter ego de Stegner, rememora entonces cómo empezó todo, allá por los años de la Depresión, cuando Sid y él no eran más que unos bisoños profesores de Literatura de incierto porvenir y todo el talento por demostrar, mientras sus esposas se lanzaban a la par a la aventura de la maternidad.

Los primeros reconocimientos profesionales, los hijos, la enfermedad traicionera, los fracasos, la pobreza, la riqueza, la aventura alocada, los bosques de Vermont, los concienzudos planes de Charity, el verano, Florencia, los sueños que se quedaron en el camino, cansados de que los persiguieran, los libros leídos a una sola voz por un coro ebrio de juventud o Beethoven en un sorbo silencioso de brandy tras la celebración de la Amistad. Estas piedrecitas en el sendero que nos va dejando Larry/Stegner, tan humanas que reclamamos como nuestras mientras leemos, nos conducen al paraíso construido por Charity en Vermont, “el lugar seguro” que al final no lo fue porque la Vida hizo trampas.

Novela absolutamente de personajes, la sustentan la personalidad débil y aventurera de Sid, la crítica y emprendedora de Larry y la comprensiva e inteligente de Sally. Todas encajan a la perfección en el idílico puzzle ideado por la vital, generosa y compulsivamente controladora Charity y, sorprendentemente, seguirán haciéndolo hasta el final, a pesar de las salidas de guion, las desavenencias, o las ausencias, pues lo que el autor quiere demostrar es que no hay amor más verdadero y constante que la amistad.
Nos da esta lección sin sensiblerías, sin adornos estéticos más que los que aportan los altos arces o el viento sobre el lago, en un estilo sencillo y honesto cuya fuerza reside en la palabra y en el carácter de los personajes.
Hay que leer a Stegner, respirar a Stegner, escuchar a Stegner. Recomendable con triple signo de admiración.

ADENDA: Elogio a Asteroide por dar a conocer este autor al público español, y a la par, tirón de orejas para el traductor por no haber tenido la profesionalidad de ofrecer notas a pie de página de las muchas referencias literarias que aparecen en la novela, interesantísimas, para aclarar autor y obra.

Sybilalibros@YoLibro 


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