Los trágicos amores de Tristán e Isolda nos siguen seduciendo porque contienen todos los ingredientes de una gran historia: pasiones desatadas, celos enconados, traiciones, adulterio, dragones, caballeros andantes, lealtades, nidos de amor en bosques musgosos... Pero, por encima de todo, el amor más desesperado de literatura europea.
Su gran
logro consiste en reconstruir la historia a partir de los diferentes fragmentos
recibidos de los juglares del s. XII, así como del texto posterior en prosa,
dándoles una cohesión interna.
Cuenta con
excelente introducción donde desvela los oscuros e inciertos orígenes de la
leyenda y, para mí, lo mejor, las sorprendentes conexiones con leyendas persas
trabadas a través de juglares andalusíes. Todo un hallazgo.
P.D: Nada de
escenitas ñoñas de amor cortés. Aquí hay "tela que cortar". Ginebra y
Lanzarote, unos cartujos.