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jueves, 19 de mayo de 2022

CASA DE VERANO CON PISCINA. Herman Koch

Sigue Koch empeñado en mostrar el lado menos amable y más hipócrita de la progresista sociedad holandesa como ya hiciera en La Cena. 

Los mismos mimbres y casi el mismo tipo de personajes (bueno, hace el esfuerzo de cambiarles el oficio): profesional liberal (médico) que representa el espíritu crítico frente al profesional de éxito (actor) que encarna la moral elástica. Ambos de mediana edad, con hijos a los que adoran, felizmente casados con mujeres súper interesantes a las que no tienen empacho de engañar y viceversa  porque entra dentro de los usos del matrimonio en una sociedad liberal.

La trama, el mismo guión que en La cena: circunstancia desgraciada en torno a los hijos adolescentes  de ambas parejas que desencadena una sucesión de cambios en las conductas de los protagonistas así como una subversión de la moralidad que desemboca  en un episodio de inusitada e incomprensible arbitrariedad por parte de uno de los adultos (¡¡Otra vez!!).

Si no se leyó La Cena, el neófito hallará un libro de lectura entretenida, rápida, de escritura fluida, con múltiples guiños a la cotidianeidad contemporánea, con situaciones que mueven fácilmente a la empatía sobre todo si se es padre o madre y con la recurrente baza con la que juega Koch: provocar el debate a base de  temas espinosos y la eterna pregunta ¿Tú qué hubieras hecho?

Para los lectores reincidentes, salvo que sean fanáticos de Koch, más de lo mismo, pero sin intriga ni sorpresa (al menos para mí, que ya estoy muy leída y reviento todos los finales).

De cualquier forma, merece la pena leer a Koch, cualquiera de los dos que he comentado. Pasarán un rato distraído y tendrán tema de conversación para reunión con amigos.

Sybilalibros


viernes, 28 de mayo de 2021

LA CENA. Herman Koch


¿Qué harías si descubrieras de forma accidental que tu hijo adolescente ha cometido un delito de graves consecuencias y nadie estuviera enterado? ¿Denunciarias? ¿Intentarías averiguar el por qué lo hizo? ¿Lo encubrirías?

De eso trata esta novela que se basa en un hecho real acontecido en Barcelona en 2012, aunque muy libremente y desde luego bajo un prisma  muy diferente al de la sociedad española ya que el autor traslada la acción a su país, Holanda.

El título hace referencia al pretexto que utilizan dos matrimonios para hablar de sus hijos, chavales que lo tienen todo, que crecen con una educación esmerada y progresista, pero que necesitan “emociones fuertes” y trasgredir los límites de la ley para divertirse. No desvelaré aquí la brutalidad cometida ya que el autor juega al escondite con ella hasta mitad de la novela.

La clave está en que se trata de parejas en las que ellos son hermanos que han tenido trayectorias muy diferentes en la vida: mientras que uno es político de gran éxito, atractivo, con una familia de ensueño, niño adoptado en África inclusive como muestra de su compromiso social, el otro es un deprimido profesor en retiro temporal, escarmentado de políticos y del sistema.

Lo que en principio parece una sátira sobre la pedantería y el esnobismo en restaurantes de platos mínimos con nombres kilométricos y facturas astronómicas, una crítica hacia el mediocre burgués que asciende vertiginosamente gracias a la política y un hábil manejo de la hipocresía, se convierte en el decorado de una tragedia siniestra en las antípodas sociales de los protagonistas.

Sorprende la actitud de los padres ante el criminal comportamiento de los hijos, la ausencia de arrepentimiento de éstos, la defensa acérrima de sus retoños por parte de las madres, la frivolidad con la que se trata el tema, la ligereza en el lenguaje ante semejante atrocidad y lo que es más, el desperdicio de la ocasión por parte del autor cuyo objetivo de denuncia queda empañado por la cobardía, sacándose de la manga un subterfugio en la trama que justifica el comportamiento aberrante.

Desconozco si se decide a ello por no escocer a la aburguesada y cómoda sociedad holandesa o porque realmente su objetivo era otro, el de hablar de la relación padre-hijo. 

El caso es que, lo que podría haber levantado ampollas, se queda en una novela pseudo psicológica. Una pena, porque se lee bien, el tema es muy interesante y da mucho juego para el debate.

A pesar del desacuerdo, la recomiendo.

Sybilalibros


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