Sigue Koch empeñado en mostrar el lado menos amable y más hipócrita de la progresista sociedad holandesa como ya hiciera en La Cena.
Los mismos mimbres y casi el mismo tipo de personajes (bueno, hace el esfuerzo de cambiarles el oficio): profesional liberal (médico) que representa el espíritu crítico frente al profesional de éxito (actor) que encarna la moral elástica. Ambos de mediana edad, con hijos a los que adoran, felizmente casados con mujeres súper interesantes a las que no tienen empacho de engañar y viceversa porque entra dentro de los usos del matrimonio en una sociedad liberal.
La trama, el mismo guión que en La cena: circunstancia desgraciada en torno a los hijos adolescentes de ambas parejas que desencadena una sucesión de cambios en las conductas de los protagonistas así como una subversión de la moralidad que desemboca en un episodio de inusitada e incomprensible arbitrariedad por parte de uno de los adultos (¡¡Otra vez!!).
Si no se leyó La Cena, el neófito hallará un libro de lectura entretenida, rápida, de escritura fluida, con múltiples guiños a la cotidianeidad contemporánea, con situaciones que mueven fácilmente a la empatía sobre todo si se es padre o madre y con la recurrente baza con la que juega Koch: provocar el debate a base de temas espinosos y la eterna pregunta ¿Tú qué hubieras hecho?
Para los lectores reincidentes, salvo que sean fanáticos de Koch, más de lo mismo, pero sin intriga ni sorpresa (al menos para mí, que ya estoy muy leída y reviento todos los finales).
De cualquier forma, merece la pena leer a Koch, cualquiera de los dos que he comentado. Pasarán un rato distraído y tendrán tema de conversación para reunión con amigos.
Sybilalibros