Mostrando entradas con la etiqueta Misterio. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Misterio. Mostrar todas las entradas

martes, 15 de junio de 2021

EL EXTRAÑO CASO DEL DR. JEKYLL Y MR. HYDE. Robert Louis Stevenson

Sentado en el escaño de la praderita en casa de la abuela, frente a la cuadra  y el cuarto de la fresquera y mil cosas, con su olor a embutidos, panes, arreos y polvo. Detrás de mí, bajo el carro con radios de madera, fluye un hilo de agua entre las hierbas, es verano.

 Tengo un libro en las manos, sin dibujos. Pienso que me costará leerlo, pues soy un niño. Es La isla del tesoro. La felicidad lectora se consolidó aquella tarde de aire, rumoroso entre los árboles, pujador en las velas del barco pirata.

 Además de libros de viajes, relatos, poemas y más, Stevenson es autor de nueve novelas maravillosas, más alguna incompleta. Literatura de aventuras. No son sólo peripecias entre personas, también la aventura interior de los personajes, la formación de su personalidad, la decisión íntima de ser bueno o malo. Stevenson nos divierte con acciones trepidantes, sin ser superficial nunca. Son novelas luminosas porque, más allá de que acaben bien, nos reconforta la honradez derecha de los protagonistas. Quizá las más inquietantes sean El señor de Ballantrae y sobre todo, Jekyll y Hyde, pues en esta el mal y el bien no están claramente separados, todo lo contrario.

 No suelo releer, el tiempo avanza y prefiero cosas nuevas, hay mucho por descubrir. La nada sin libros se acerca, es la muerte, que nunca leyó nada; tiránica, no da explicaciones, no es justa. La Justicia es un invento humano y ella está por encima. La muerte se depila las cejas con una mano y con la otra te lleva, mientras tu libro a medio leer aletea hasta dar en el suelo. Esta parrafada desolada  no se me ocurriría tras leer cualquier otro libro de Stevenson, con este, sí. La grandeza de un autor.

Vi esta edición curiosa y bien ilustrada y la compré; en casa, la leí, unos treinta y cinco años después de la primera vez.

 Unos hombres buenos se enfrentan a los actos malvados, a la repulsión que produce incluso por su aspecto, del señor Hyde. El horror lo conocerán cuando sepan que este monstruo y el respetable doctor Jekyll son la misma persona. Hoy en día, porque la novela se reedita desde su  publicación en 1886, porque la transformación de Jekyll en Hyde y viceversa la hemos visto en el cine mucho; March, Barrymore, Tracy… no disfrutamos de la sorpresa. Lo cierto es que el lector nuevo no debería saber que el doctor Jekyll y el señor Hyde son la misma persona hasta la página 46 de las 62 del relato. No recordaba antes de esta relectura lo breve que es el libro, lo que da idea de su perfección. Cuando te planteas si un libro es corto o largo, mal asunto.

 

 Si nos ponemos clasificatorios, podemos situar Jekyll y Hyde  en la estantería de ciencia ficción, también en la de terror, en la de misterios detectivescos;  en relatos largos, en novelas cortas. Para muchos, es un libro moral, filosófico. La lucha entre el Bien y el Mal pero, a diferencia del resto de la obra de Stevenson, en el que el Bien triunfa o al menos es digno pelear por él, aquí el ser humano es derrotado sin paliativos; primero pierde el control, sin él la guerra, en ella, la vida.

Aclarar, para terminar, que Stevenson no necesita que Hyde sea un asesino múltiple, no nos castiga con treinta escenas sanguinolentas, como un novelista de hogaño. Robert Louis, con su gran penetración psicológica, sabe que da más miedo una mirada odiosa que diez bastonazos en las costillas. Claro, hay que ser un escritor grandioso como él para contarlo.

Edita Libros del zorro rojo, ilustra Luis Scafati., septiembre de 2020. Como suele suceder, el título pone Mr. Y no Sr. Hyde, lo que es no acabar de traducir el título. Manía mía de lector impenitente, destacar tal cosa.

 

Luis Miguel Sotillo Castro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 21 de mayo de 2021

SIEMPRE HEMOS VIVIDO EN EL CASTILLO. SHIRLEY JACKSON

«Me llamo Mary Katherine Blackwood. Tengo dieciocho años y vivo con mi hermana Constance. A menudo pienso que con un poco de suerte podría haber sido una mujer lobo, porque mis dedos medio y anular son igual de largos, pero he tenido que contentarme con lo que soy. No me gusta lavarme, ni los perros, ni el ruido. Me gusta mi hermana Constance, y Ricardo Plantagenet, y la Amanita phalloides, la oronja mortal. El resto de mi familia ha muerto".


Con esta espeluznante presentación da comienzo una de las novelas más famosas de Shirley Jackson, autora que tenía pendiente hace tiempo y que me ha dejado con ganas de mucho más, aunque yo no sea adicta al género de terror.


Merricat habita en la solitaria mansión de los Blackwood, que en otro tiempo estuvo poblada por una extensa familia, ahora desaparecida. Sólo quedan su hermana mayor Constance, a la que adora, y su anciano tío Julian, que vive entregado a la redacción de unas memorias imposibles.

Es una vida idílica marcada por las ricas recetas de Constance, el trabajo en el jardín y los cuentos. Pero cuando Merricat baja al pueblo por provisiones, las miradas enconadas de los vecinos cuando no un hostigamiento descarado hablan de otra realidad más cruda. ¿Qué razón tienen para actuar así con una joven? Merricat nos va a contar el porqué, su porqué, lenta, maliciosamente, atrapando al lector en una astuta tela de araña que constituye una auténtica obra maestra de la insinuación.


El gran acierto de Jackson es demostrar que se puede escribir un relato terrorífico en apenas 200 páginas sin recurrir al morbo, “simplemente” creando una atmósfera estranguladora gracias a su talento para la ambientación, abandonando los manidos recursos del terror gótico de caserones inhóspitos y personajes aberrantes para situarse dentro de una familia norteamericana de alta posición venida a menos que insiste en marcar distancias con el resto del pueblo, y dejar la narración en manos de un personaje inolvidable, Merricat, esa chica que oscila entre la candidez y lo taimado, el amor sin fisuras y el recelo con una facilidad pasmosa. Creedme si os digo que no se irá de vuestra vida nunca.


Los otros grandes logros son un excelente manejo del tempo narrativo y unos personajes tan turbadores como sólo puede serlo la inocencia. 

Si bien el “casus libri” se descubre pronto para cualquier lector medianamente espabilado, la manera en la que lo va desvelando Merricat, permitiendo a veces que las deshilvanadas memorias de su tío Julian apunten pistas, revela una maestría poco común para el relato. 


Todos estos ingredientes componen un libro extraño, en apariencia trivial pero escalofriante, donde el miedo es algo sutil e invisible y donde la enfermiza relación entre ambas hermanas deja mil preguntas al lector una vez finalizada la novela, de forma que empuja a releerlo para descubrir sus múltiples capas. Nada se ha dejado al azar. 


Recomendación con signos de admiración.


P.D: Aún me sigo imaginando qué peliculón hubiera filmado Hitchcock con este material pata negra.


Sybilalibros


sábado, 11 de abril de 2020

CUENTOS MACABROS. Edgar Allan Poe


Poe es un personaje de Poe, para su desgracia. Escribe literatura a la vez vivida e imposible; no puede suceder lo que cuenta, eliminando la frontera entre vida y muerte, pero nos parece autobiografía.

 Si te has sentido raro y solo, eso está en Poe. Si has tenido miedo y el corazón desbocado, está en Poe. Si has amado hasta la insania a quien no debes, en Poe. Si te ha perdido el sentimiento de culpa,  Poe. Si te han obsesionado los deseos podridos…

Como supongo que casi todos hemos leído muchos relatos de Poe en distintas ediciones de selección variada, voy a dar el índice de este libro, por si encuentran algún título desconocido: Berenice, El gato negro, La isla del hada, El corazón delator, La caída de la casa Usher, El retrato oval, Morella, Ligeia; traducidos por Julio Cortázar. Contiene esta edición el trabajo sobre la vida y obra de Poe escrito por Baudelaire. Yo no conocía La isla del hada, ha sido una sorpresa agradable. De los demás, mis preferidos son El gato negro y El corazón delator.

 Las ilustraciones de Benjamin Lacombe, parisino nacido en 1982, son la gran atracción original del libro. En color y en blanco y negro, transmiten morbo, claustrofobia y belleza; fieles al texto, imaginativas sin alejarse de Poe, al contrario.
 Libro muy recomendable, por contenido y continente. La edición original es de 2011, leo la décima, de julio de 2019. Tiene una segunda parte, Cuentos macabros volumen II, igual de apreciable.


Luis Miguel Sotillo Castro



martes, 6 de agosto de 2019

MISERY. Stephen King

Por elitismo o esnobismo, yo me acuso, soy reticente a leer bestsellers. Empecé a leer a King hace un par de años, tras resistirme.
Me gustó mucho Mr Mercedes, también Cementerio de animales.
Misery es mi tercer King.
Este libro es, literalmente, la relación de un escritor de éxito con una fan psicópata, sádica. Ambos pierden. Pude leerse como una historia de miedo y horror, con suspenso, violencia extrema y asco.
Puede interpretarse también como la relación, con sus miedos y tiranías, entre autores, editores y lectores, su interdependencia.
Nunca desvelo casi nada del argumento cuando comento ficción.
Creo que no debo jalonar el camino de cada lector con avisos ni indicaciones; cada uno de ustedes es más inteligente, si no más
curioso que yo. Sí les digo que merece la pena la lectura de estas
436 páginas; interesan los personajes, la peripecia, la conclusión
satisface.

Luis Miguel Sotillo Castro

jueves, 14 de marzo de 2019

CEMENTERIO DE ANIMALES. Stephen King

Me pregunto por qué no me da miedo la literatura de terror. El cine sí, al menos me sobresalta, me inquieta. Tal vez sea cierto que lo que asusta en los filmes es el sonido anticipando la la imagen.
 Del celebérrimo King leí sólo “Mr Mercedes”, me gustó; como este “Pet sematary”. Quizás algo larga la novela, por el empeño del autor en describir la vida cotidiana  exhaustivamente. Supongo que así contrasta más la irrupción de lo increíble y pavoroso en la existencia  de estas personas corrientes de Maine. Es muy eficaz que transmitan el miedo seres adorables en principio, un gato y un niño. Todos tenemos el horror a nuestro alcance, nadie es lo bastante razonable como para evitarlo. El meollo del libro es que si pudiésemos traer a alguien desde el otro lado de la muerte, lo haríamos por amor; o peor, por curiosidad, pese a las advertencias.
 Frecuento poco este género. Para mí, la mejor novela de terror es “La casa infernal”, del gran Richard Matheson, autor de “Soy leyenda” y “El increíble hombre menguante”.
 El original es de 1983, leo la edición de Círculo de lectores de 1985, casi regalada en un mercadillo.
Luis Miguel Sotillo Castro

domingo, 23 de diciembre de 2018

CUENTOS MACABROS VOLUMEN II. Edgar Allan Poe

Lees el comienzo de un relato suyo y las palabras son únicas, para siempre. Te suenan, crees; son inevitables, como soñar. Las palabras de Poe no podrían cambiarse, ser otras; están escritas en bronce de lex romana, verdoso, ominoso, eterno.
 No soy amigo de releer; me va quedando menos tiempo, el péndulo no se detiene, los libros cerrados son muchos todavía.
 No pude resistirme a esta joya ilustrada, ¡si pudieras olerla! Edita EDELVIVES en 2018. Son 207 páginas con un texto de Baudelaire e ilustraciones de Benjamin Lacombe, acompañando seis relatos de Poe. Contemplo las ilustraciones y releo. Cuentos que llevan cuarenta años en mi cabeza.
Poe es el contraste entre sus relatos “El jugador de ajedrez de Maelzel” y “El rey peste”; la lógica, la Razón en el primero, la muerte riéndose de nuestra realidad en el segundo. También tenemos aquí “Metzengerstein”, “Eleonora”, “Conversaciones con una momia” y “Manuscrito hallado en una botella”.
 No me extenderé sobre Poe, celebérrimo, qué puedo añadir yo, sólo sumarme a los que consideran su lectura indispensable. Hay muchas ediciones, de cuentos sueltos y obra completa;  baratas y caras; de bolsillo y de traje con chaleco y reloj de cadena. Ay, las cadenas. Que nada nos hará libres, es algo que nos oprime en su obra. Empero, por su talento inmenso, no hay excusa para no soñar, disfrutar de su mano humorista...negra o no.
 Comentario cometido por Luis Miguel Sotillo Castro.

Destacado

El jardín de los Finzi-Contini. Giorgio Bassani

 " Yo, igual que ella, carecía de ese gusto instintivo que caracteriza a la gente corriente [...] más que el presente, contaba el pasad...