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domingo, 3 de octubre de 2021

LAS INQUIETUDES DE SHANTI ANDÍA. Pío Baroja

Gratamente sorprendida con este amenísimo libro. No me lo esperaba de D. Pío. Una tenía aún el recuerdo agridulce del Baroja colegial, aquel de "El árbol de la ciencia", pesado y sombrío para una edad en la que todo era futuro. Pero Shanti Andía le ha dado la vuelta a la tortilla.


Excelente novela de aventuras marinas, al más puro estilo Verne y Salgari, pasado por tamiz vasco: piratas, negreros, tormentas, motines y tesoros. No le falta ni la enredada historia de amor para cumplir con los cánones del folletín decimonónico. Eso sí, este, con el pedigrí de Baroja: escritura rápida, personalidades  atractivas con las que te identificas desde la primera página, el habitual estilo desmañado y la marca de la casa: el amor por el mar y lo vasco como razón de ser y sentir, sin atisbos de nacionalismo talibán.


Lo recomiendo con verdadera alegría, para cualquier paladar. 

Yo me lo he bebido en 4 días, he disfrutado como los indios, me ha tocado el corazón con la parte ambientada en el Cádiz del XIX, me ha hecho soñar con las velas desplegadas al viento (eso sí que era navegar) y lo mejor, me ha reconciliado con D. Pío. Tiene varios dedicados al mar como maestro de iniciación a la vida adulta. Irán cayendo.


He leído una edición baratita de El mundo que andaba por casa, pero recomiendo la anotada por Caro Baroja de Cátedra. Otro nivel.


Sybilalibros


miércoles, 18 de marzo de 2020

SECUESTRADO. Robert Louis Stevenson



Novela de 1886 que, para felicidad lectora, tiene una continuación: Catriona. Hace décadas, mucho me costó hallar esa segunda parte; la alegría del hallazgo me recompensó, no digamos su lectura.

 En Secuestrado, llamada en su primera edición española Las aventuras de David Balfour, original Kidnapped, David nos cuenta sus peripecias en primera persona. Víctima de la maldad de su tío Ebenezer, es secuestrado para ser vendido como esclavo, naufraga, sobrevive en una isla desierta para continuar sus aventuras en las Highlands escocesas. Participa en los dramas jacobitas del siglo XVIII, de la mano de Alan Breck Stewart, personaje histórico este, por cierto. Los jacobitas fracasaron con persistencia en su empeño de reponer en el trono isleño  a los Estuardo.

 ¿Por qué Stevenson es adorable, es decir, merecedor de adoración? Para cada lector, porque lo ve como un amigo, para la gente, porque es para todos los públicos, en el mejor de los sentidos. Sus libros son de aventuras, sus finales son generalmente felices; pueden disfrutarse desde la última niñez hasta la veteranía lectora más impenitente.

 Lo excepcional en el escocés es la profundidad bajo la peripecia aventurera. Analiza el alma humana rectamente, sin meandros ni laberintos filosóficos para iniciados. La lucha entre el Bien y el Mal está en toda si obra; de manera más oscura o pesimista en Jekyll y Hyde o The Master of Ballantrae, más luminosa en el resto.

 David Balfour es un personaje inolvidable, por bien construido, porque querríamos ser él. Esa es la clave de nuestra adoración. David se indigna, se asombra ante el mal. Es bueno, pánfilo. Saldrá ileso, casi, de su travesía por la vida gracias al socorro amistoso de Alan Breck Stewart, personaje infatigable, astuto, conocedor de hombres y paisajes. La amistad es otra felicidad en los relatos de Stevenson; cuando veo la camaradería en el cine de Howard Hawks me digo: este leyó a Robert Louis.

 La bondad tiene fama de sosa. Stevenson la hace atractiva. Porque la indignación asombrada de Balfour ante el mal no lo paraliza ni lo vuelve malvado. Aprende. Lucha sin emplear las armas del enemigo, actúa con principios. ¿Triunfa? Lean esta novela. De eso se trata. Serán felices e intentarán ser mejores personas. Es el efecto que causa Tusitala, “el que cuenta historias”, apodo que la gente del Pacífico Sur dio a Stevenson.


Luis Miguel Sotillo Castro

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