miércoles, 31 de marzo de 2021

EL DANDI. GEORGETTE HEYER

Ejemplo perfecto de “Regency romance”, novelas entre románticas y policíacas ambientadas en el período Regencia (principios del s. XIX), basadas en el modelo de Jane Austen, pero con una vuelta de tuerca. Creadas por la prolífica e ingeniosa Georgette Heyer, constituyen un género en sí mismas, gozando de un tremendo éxito cuando se publicaron en los años 30 y 40 del pasado siglo.

La mayoría sigue el patrón de chica con mente inquieta es obligada a casarse con petimetre, por lo que huye de casa, encontrando en su fuga al amor de su vida, un perfecto caballero. Dicho así, podría parecer una ñoñería, pero nada más lejos de la realidad. Las descripciones de la ambientación, los argumentos embrollados, los diálogos incisivos, en definitiva, sus divertidos personajes, hacen de estas novelitas un pasatiempo delicioso.

“El dandi” o The Corinthian, que es su título en inglés, lengua en la que adquiere las maravillosas connotaciones tanto de “sportman” como de disoluto, narra las aventuras de Richard Wyndham y Penelope Creed.

Sir Richard es el usual joven rico, de oficio “el nudo de la corbata” y soltero impenitente conminado por su familia a sacar billete para el espeluznante viaje del matrimonio o cierre del grifo de renta anual. Tras ahogar su desesperación en brandy con los amigos del club, tropieza en su vuelta a casa con un jovencito que cae en sus brazos gracias a una poco habilidosa escapada por la ventana de su habitación. El muchacho resulta ser una soñadora chica a la huida de otro matrimonio impuesto. A pesar del elevado contenido de alcohol en las nobles venas de Sir Richard, no es suficiente para embotar su caballerosidad y permitir que una damita viaje sola. De este modo se lanzan los dos a una divertida aventura que hará que el lector no suelte el libro ni para comer: equívocos, asesinatos, robos, paletos entrometidos, amor y desamor se suceden con escasos respiros en los que la pareja protagonista hace gala del enorme talento de la autora para la réplica rápida y la conversación chispeante. Pen es como una Katherine Hepburn avant la lettre mientras que sir Richard es un trasunto de un cínico Beau Brummell, al que homenajea con su famoso nudo de corbata.

No puedo más que recomendar este elegante entretenimiento, muy bien escrito y mejor envuelto. Que no se deje llevar el lector escéptico por su argumento: nada más lejos de una “novelita rosa”.

Verdad que no supone nada nuevo, pero ¿para qué? si lo que se busca es el ingenio y la frescura. Espero que la disfruten tanto como yo.

Sybilalibros

 

 

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