domingo, 8 de septiembre de 2019

UN GIRO DECISIVO. ANDREA CAMILLERI


Parece que a estas alturas de mis muchas lecturas de Camilleri sería innecesario comentar otra novela de Montalbano. Pero es muy necesario.

Hay gente que piensa que la serie declina en calidad a partir del 3º o 4º. Pero hoy les voy a demostrar que nada más lejos de la realidad con esta séptima entrega.

Como bien comentaba en una entrevista el actor que incorpora al comisario en la serie de TV, Montalbano no es un “giallo” (así es como llaman en Italia a la novela policíaca porque las primeras colecciones de postguerra tenían las cubiertas amarillas) al uso. Lo de menos es el crimen que investigar. Montalbano es el vehículo de Camilleri para mostrarnos su filosofía de vida, su ideología, la pasión por su tierra siciliana, su inmensa cultura, en fin, su Historia.

En ninguna de las novelas que le he leído se esconde Camilleri de denunciar los problemas que minan a su isla. De ellos, hay uno en particular que aborda en varios relatos, incluso se hace recurrente en el ambiente de fondo, porque se ha convertido en la pesadilla cotidiana de Sicilia (más que la mafia autóctona) y es el drama de la inmigración.

Sicilia y Andalucía tenemos mucho en común y compartimos muy de cerca, demasiado, la desesperación y la nueva esclavitud que están haciendo del Mediterráneo un cementerio.
Si el tráfico de personas nos indigna (o debería) cuando se trata de niños es repugnante. Y de eso trata este Montalbano.

 ¿Cómo contar/denunciar este sórdido mundo sin olvidar lo que define a la serie como la comicidad de Catarella, los salmonetes fritos, la amistad de la comisaría, los épicos cabreos del comisario y su eterna batalla contra los medios de comunicación tan corruptos como los políticos? Para eso sólo hay una respuesta: ser un maestro de la narración. El manejo de la conexión entre las distintas tramas es ejemplar y la sensibilidad a la hora de abordar un tema tan difícil, que bien podría caer en el melodrama, es exquisita.

Recomiendo especialmente esta novela para despertar conciencias adormecidas por tantas imágenes de telediarios que a fuer de ser cotidianas las hemos asimilado como algo natural y sólo reaccionamos un poco si ONGs aficionadas a la exhibición circense y famosos que viven en mansiones montan el espectáculo.

La realidad está en este libro, sin teatro. Da igual si no has leído las anteriores de la serie. Tiene tal potencia que vale como un relato independiente.

Esta reseña va por todos aquellos que se dejan la piel contra este horror mientras los gerifaltes de Europa se ponen de perfil: policía, Guardia civil, voluntarios, ONGs, Iglesia, Cruz Roja y una mención especial porque me toca muy de cerca a Salvamento marítimo y su equipo médico. Aquí y en Lampedusa.

Sybilalibros@YoLibro

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