viernes, 17 de diciembre de 2021

LA SOLTERONA. Edith Wharton

Allá por los años 80, cuando una era joven y devoraba todo el cine que pasaban en la tele, tan hambrienta de celuloide como de libros, pillé una peli por sorpresa con la inmensa Bette Davies que me dejó marcada por la historia y por la amargura que destilaba. “La solterona” se llamaba. 


Muchos años después supe que se basaba en una novela de Edith Wharton. Ya había leído “La edad de la inocencia” y me había cautivado así que la  busqué desesperadamente sin resultados: descatalogada, hasta que hace unos años Impedimenta la reeditó. Ver el título en la biblioteca hizo que mi corazón bailara de alegría, leerlo fue un placer y reencontrarme con Wharton, retomar una vieja amistad para apreciarla aún más desde la altura de los años.


“La solterona” es una aguda crítica a la alta sociedad neoyorquina de finales del s.XIX, a sus obsoletos códigos morales, a sus mujeres asfixiadas en los corsets de los apellidos, a la privación de sus anhelos, a la educación en un deber maternal que sólo recompensa al linaje. Los personajes que se dejan la piel en esta disección son Delia Ralston y su prima soltera Charlotte Lovell, atrapadas por un secreto de juventud que aflorará durante los preparativos de boda de la hija de Delia, Tina. Punto. Me paro aquí en la sinopsis porque prefiero que descubráis los misterios de esta familia por vosotros mismos de manera que oigáis vuestros sentimientos al saberlos y no los que imponen la mayoría de reseñas (que aconsejo no leer) al desvelarlos impunemente: no porque no se vean venir, sino porque la sensación de dejarse llevar por la espléndida prosa de Wharton como si fuera la primera vez que se lee no tiene precio.


Cuando entréis en esta “nouvelle”, formato en el que la autora saca lo mejor de sí misma, no os dejéis engañar por el supuesto sentimentalismo de la trama. En Wharton todo es ironía, hasta la palabra más emotiva esconde un puñal afilado, aunque al final haga una concesión a los sentimientos de sus personajes, porque es difícil no caer rendidos ante Delia y Charlotte, estas dos mujeres goyescas que luchan a garrotazos por amor con las piernas enterradas en el rencor y el apellido. 


“La solterona” es un extraordinario estudio psicológico de caracteres heridos en discusiones terribles por su dureza, es la demolición hasta la ruina de un matrimonio carcomido que se mantiene en pie sólo por el orgullo, pero sobre todo, es una mirada infinitamente dolorosa a la maternidad, esposada al deber, a la renuncia:


“Y a continuación, los hijos; los hijos que se suponía que ‘lo compensaban todo’, pero que resultaba no ser así…por más que fueran criaturas entrañables. Una seguía sin saber exactamente qué se había perdido o qué era aquello que los hijos compensaban”


Esta amarga reflexión de Delia muestra como pocas veces el vacío de las mujeres de esta hipócrita sociedad que Wharton conocía tan bien, pues pertenecía a ella; sociedad a la que defraudó durante toda su vida.


No dejéis de leer a Wharton y de sucumbir a su prosa cortés en sus maneras pero afilada en su contenido, lúcida, instruida y rica en esa infinidad de detalles que construyen una historia con mayúsculas: la luz que ilumina el rostro joven y expectante de Tina, las cortinas opacas de la resignación de Charlotte, la madera ominosa de los muebles señoriales de Delia…Un verdadero placer.


Absolutamente recomendables, libro y película, para todos aquellos lectores que huyan de la vulgaridad y tengan ojos para mirar.


Sybilalibros

jueves, 16 de diciembre de 2021

FERNANDO III Tiempo de cruzada. Varios

Fernando el santo, tercero de su nombre, es uno de los reyes más importantes de la historia española. Poco se habla y escribe de él, a favor y en contra. Casi mejor, viendo la politización ignara de todo.

Rey de Castilla en 1217, por ser nieto de Alfonso VIII; rey de León en 1230, por hijo de Alfonso IX. Ambos reinos quedan con él unidos hasta hoy.  Esto no hubiera sido posible sin la actuación extraordinaria de su madre, Berenguela, mujer esencial en la historia de España. Entra Fernando en la Córdoba musulmana en 1236, en Jaén en el 46, en Sevilla en 1258. Desde él, se puede decir que la Reconquista es irreversible. Gracias a él, podemos celebrar los logros culturales del reinado de su hijo, Alfonso X; debidos a la fortaleza del reino que la actuación política y bélica de su padre legó.

 

Quince trabajos componen este libro, de otros tantos autores. La selección se debe a Carlos de Ayala Martínez y Martín Ríos Saloma, español el primero, mejicano el segundo. Ocho de ellos hablan de las órdenes clericales de caballería, dando razón al subtítulo: Tiempo de cruzada. Los Papas, los calatravos, hospitalarios, etc. La cruzada como medio de justificación, reclutamiento, financiación de la guerra. ¿Fue la acción reconquistadora de Fernando III equiparable a las cruzadas en Oriente? A Fernando le conviene que el Papa le considere rey cruzado, pero mandando él, no el obispo de Roma. Asunto apasionante desmenuzado en estos estudios. El resto de trabajos analizan la sociedad de la época fernandina, cristiana y musulmana; el funcionamiento del Gobierno, la cancillería, el entronque con la ideología asturiana de los primeros tiempos reconquistadores; la imagen del rey, desde las loas, escritas y monumentales, de su hijo Alfonso X, hasta los intentos de canonización.

518 páginas que incluyen bibliografía pertinente. Edita la benemérita Silex, en 2012.

 

Luis Miguel Sotillo Castro.

 

viernes, 10 de diciembre de 2021

EL DOCTOR CENTENO. Benito Pérez Galdós

Mucho ha corrido la novela en el siglo veinte, escapando de los antiguos; unas veces certera como flecha de Guillermo Tell, otras como pollo sin cabeza, con verdadero asco por los predecesores recientes. Galdós, garbancero; doña Emilia, naturalista ¡Se ha creído que es Zola!

El paso del tiempo compone y fija el paisaje libresco. Hace que, de las miríadas de letras que nos nievan constantemente, unas se deshagan como copos al sol y otras se consoliden en neveros. Hoy podemos decir que Valle Inclán es una maravilla, también Ramón,  Silverio Lanza… cualquier innovador  que quieran ustedes. Pero, como decía el teclista de Uriah Heep, contemporáneo de Deep Purple y Led Zeppelin, cuando le preguntaban por las bandas nuevas: Los grandes todavía estamos aquí.

 

Yo soy ecléctico y ordenaré mis libros cuando quepan en casa. No peleará Rimbaud contra Garcilaso, ni Lautremont  con Lope enamorado. Todos caben. Entre todos, don Benito  tiene un lugar especial. Sin duda, las mejores novelas históricas de siempre, son los Episodios nacionales, la primera serie especialmente. Tiene no menos de diez novelas más excelentes. Hemos olvidado la obra teatral de Galdós, pero en una ocasión, tras un estreno suyo, fue llevado a hombros hasta su casa; como les pasaba  a los grandes toreros, a los que despreciaba.

 

 Es un elogio recurrente en la crítica literaria alabar a quien convierte lo local en universal. Empiezas a leer  El doctor Centeno, ese muchacho tirado en un descampado madrileño de 1883, y sabes que el frío, el desmayo de las ilusiones, el hambre de todos los desprotegidos del mundo, están aquí. El garbancero ha vuelto a hacerlo. Con su penetración psicológica, su amor por los débiles, sus retratos inmisericordes de los fríos egoístas; su conocimiento de Madrid y de que los madrileños son seres humanos como los de Gary, Indiana y Madrás, India.

Los palos a la clerecía buscavidas, menos espiritual que una beata por el qué dirán, la crítica al “la letra con sangre entra”, al convencionalismo excluyente, son rotundos  y creíbles por no insultantes. Don Benito no necesita insultar, pues domina el idioma.

Tras esta novela conviene leer, en este orden, Tormento y La de Bringas.

 

Luis Miguel Sotillo Castro.

lunes, 22 de noviembre de 2021

EL UNIVERSO DE GENE TIERNEY. Varios

Eres un preadolescente enamorado. Ella. Intocable, tan lejana como una estrella; pero su brillo deslumbrante tan próximo convierte tu pupila mental en una cabeza de alfiler, que te clavas en el pecho una y otra vez.

Pasa el tiempo, tus veinte años, también. El amor es otra cosa ya, que incluye el cine. Un buen día, ves una peli policiaca y eres ese poli soso fascinado, estupefacto, porque te enteras con él de que Laura vive, no es intocable, el mundo existe; ya, existía antes, quieres decir que el mundo importa. Vuelves a tener trece años y Laura es la belleza, es lo único que has deseado siempre. Laura viva te hace creer que mereció la pena nacer.

 Gene Tierney es Laura, El diablo dijo no, El fantasma y la señora Muir, Que el cielo la juzgue.

 La belleza y el tiempo son enemigos. Siempre gana la guerra el tiempo. El cine y la vida son enemigos, siempre gana la guerra el cine. Lo demás, sólo es la realidad.

La primera foto en estas páginas es de Tierney en su esplendor; la segunda, es ella con sus nietos. A continuación, un breve prólogo amoroso de uno de sus nietos. Después, toda su filmografía, película por película, con textos oportunos de varios autores. Luego, un “índice de conceptos”; textos sobre acontecimientos y personas que fueron relevantes en su vida, con pequeñas biografías de estas. Todo entreverado con fotos maravillosas, claro.

Preciosidad de libro, con los cotilleos y desgracias irremediables sobre su vida privada; pero, principalmente, es un volumen sobre el cine y la belleza. Edita Notorius, en 2020, año orwelliano; escóndanse en un cine.

 

Luis Miguel Sotillo Castro.

 

domingo, 14 de noviembre de 2021

GULAG. Anne Applebaum

¿Por qué el comunismo, siendo más letal que el nazismo, tiene presencia y prestigio en 2021? Por lo mismo que nos impresiona más un veneno repentino en un anillo que matar a alguien, a lo largo de semanas, con pequeñas dosis de arsénico; esto último parece menos atroz, por estar diluido en el tiempo. Los nazis son la destilación y condensación de la maldad humana. Aprovecharon sus doce años para demoler todas las fantasías sobre la bondad; para apagar, con gases invisibles, los brillos de las miradas infantiles.

 El comunismo no tiene prisa. Lleva un siglo largo oprimiendo, robando, matando a la gente. En circunstancias económicas y culturales diferentes, en cuatro continentes, el comunismo ha sido y es sangre y miseria. Es la Peste, que en Carnaval se disfraza de indígena, ecologista, feminista y se mezcla con el pueblo. Muchos burgueses intelectuales vestidos de obreros les ríen las gracias y contribuyen al engaño. Que tipos como Jean Paul Sartre, Bertolt  Brecht, Máximo Gorki, gocen de prestigio intelectual, cuando fueron avalistas de crímenes contra la humanidad, da una idea de la rendición de las democracias. La autora de este libro nombra a los tres como cómplices.

 Tras Carnaval viene Cuaresma. En el miércoles de ceniza comunista  se hace la señal de la hoz y el martillo en la frente del pueblo  con las cenizas de los expoliados, asesinados, por el Partido.

 

Este libro es riguroso, exhaustivo, documentado, ordenado. Primero, los antecedentes bolcheviques, desde 1917. Hay que recordar que Lenin no controla el Parlamento nuevo, tras la destitución del Zar, de manera que lo cierra por la fuerza, simplemente. Desde entonces, la necesidad de reprimir será imprescindible. El sistema de campos de concentración y trabajo esclavo será una de las herramientas para sostener la tiranía. El 13 de octubre de 1923 es clave: Dzerzhinski convence al Gobierno de la necesidad de crear el primer “campo de importancia especial” y ponerlo bajo el mando de la CHECA. El sistema GULAG empieza.

 

La primera parte del libro se titula Los orígenes del Gulag, 1917-1939. Impresionan los trabajos forzados para construir el canal del mar Blanco, en el Ártico. Esta época incluye los años 1937 y 38, los del “gran terror” staliniano.

La segunda es La vida y el trabajo en los campos. Nos cuenta minuciosamente lo que el título indica.

La tercera y última parte se llama El auge y la caída del complejo industrial de campos, 1940-1986. El Gulag durante la guerra, bajo Stalin y los demás hasta Gorbachov.

 Una constante del Gulag, en épocas más duras y menos para los presos, era la preocupación por el rendimiento económico. Los jefes de campo estaban obligados a sacar beneficio a sus trabajadores esclavos. Estos podían ser delincuentes comunes o políticos, o gente que había caído allí a lo Kafka, sin saber el motivo. Si reventaban a la gente a trabajar, desprotegida ante el frío ártico o siberiano, mal alimentada, era para obtener beneficios. Si mejoraban las condiciones de los presos, era para obtener beneficios. El ser humano en sí, nada importaba. No voy a regodearme en sucesos terribles, anécdotas sangrantes, humillaciones y heroicidades increíbles. Lean.

 

Este trabajo  es de 2003. Applebaum aporta informaciones, documentos, testimonios, a los que no tuvo acceso Alexander Solzhenitsyn para su Archipiélago Gulag en 1973; libro del que abominó la intelectualidad europea ¿demócrata?, por eso de “no hacer el juego al capitalismo”.

Leo la segunda reimpresión, de mayo de 2020,de Debate. 671 páginas equilibradas, con mapas, fotos, notas y bibliografía oportunas.

 

Luis Miguel Sotillo Castro.

jueves, 11 de noviembre de 2021

REFLEJOS EN UN OJO DORADO. Carson McCullers

MCCULLERS. Así, en mayúsculas. De respeto, admiración, devoción, agradecimiento por cada página suya, y de amor sin fisuras. Pocos autores me mueven tanto como ella.

Tenía vagos recuerdos de una película extraña, vista a una edad en la que la historia y la manera de contarla eran difíciles de asimilar; por eso cuando el libro cayó en mis manos, el ansia de comprender y saber qué  pluma había pergeñado aquello hizo que lo devorara en una sola noche que adquirió tintes sádicos, entre la angustia por lo que leía y el inmenso placer que me proporcionaba.


Como una sibila antigua, Mccullers me iba envolviendo en la atmósfera asfixiante del cuartel sureño donde se iba a desarrollar un drama latente durante largos años, pausadamente, sin estridencias, con esa prosa suya tan serena que hace estragos, hasta hacerme cómplice de su “voyeurismo”, adentrándome en cada casa, persiguiendo a cada personaje, viéndolos sufrir desde la distancia que la autora siempre marca en sus obras, para terminar en una catarsis turbadora.


Catarsis, porque “Reflejos en un ojo dorado” es una tragedia griega en prosa, rigurosamente clásica en su estructura de tres actos, cuyos personajes encarnan las pasiones humanas más antiguas: el comandante Penderton y el deseo homosexual reprimido, su esposa Leonora la insatisfacción, el coronel Langdon, la traición, su esposa Alison, la locura, y el cabo Williams, la fuerza indómita de la naturaleza desencadenante del drama.


 McCullers conoce la magia del teatro, su poder para hablar de lo que la realidad calla, pero no maneja sus recursos como su compatriota Tennessee Williams así que lo traslada al mundo del relato donde es maestra. Desde su prosa limpia de adjetivos onerosos consigue construir un escenario hermético y denso, donde los personajes apenas se mueven, lastrados por el peso de sus almas, reacios a salir de su prisión familiar sin sospechar que el peligro no viene del enemigo sino que acecha en su ventana. El aire se hace irrespirable, sólo el fino bisturí de la palabra de McCullers, delicada, casi amorosa, casi inocente, es capaz de cortar el sofocante vapor y desvelar las enfermedades que corroen la salud de Norteamérica.


Desde la página uno de este pequeño y extraño libro se cierne sobre el lector la sensación de una fatalidad inminente. Las obsesiones de los personajes cierran la puerta a toda esperanza y la soledad, esa vieja amiga que McCullers retrata como nadie, se erige en la nueva diosa griega que juega con los humanos.


La capacidad universal del drama fue tan contundente que la novela generó un escándalo desmesurado en la pacata sociedad norteamericana cuando se publicó en 1941 por atentar contra una institución sagrada para el país como es el ejército y más en esas fechas. No lo olviden, Estados Unidos acababa de entrar en la 2ª GM. 


Público y crítica no esperaban esta provocación de la autora tras el éxito de “El corazón es un cazador solitario” y machacaron a McCullers hasta el punto de no reeditarla, como cuenta Tennessee Williams en el epílogo a la edición de Seix Barral que he leído.


En 1967 John Huston lleva el relato al cine con nada menos que Marlon Brando y Liz Taylor como protagonistas. Sin embargo, alguna maldición cassandrina impide que sea el éxito que se espera de semejante conjunción. 


Yo lo he disfrutado muchísimo, a pesar de la terrible traducción de esta edición (y parece que no hay otra en español, por desgracia). Tiene poco que ver con el resto de la producción de McCullers y a la vez lo tiene todo; es un experimento devastador y brillante que recomiendo apasionadamente. Eso sí, vayan con la mente abierta y el corazón inocente.


Sybilalibros


miércoles, 10 de noviembre de 2021

MORRIÑA. Emilia Pardo Bazán

A mediados de los setenta, en el colegio, de Emilia Pardo Bazán había que saber que era gallega, entre el XIX y el XX, pertenecía a la corriente literaria del Naturalismo y escribió Los Pazos de Ulloa. No es mucho, pero estaba ahí. Debo decir que sin prestigio, todos queríamos modernidades en los setenta, incluso los profesores,  también en los libros; lo del Naturalismo sonaba a aburrido y viejuno, al lado de la sempiterna modernidad de Valle Inclán, Lorca, etc.

Hoy se lee mucho a doña Emilia y es alabada. Se debe a dos motivos, uno práctico: al no cobrar nadie derechos de autor por su obra, se puede leer gratis en un Kindle. Por otra parte, se ha convertido en cartel feminista, ocultándose sus aspectos conservadores y el destino terrible de su hijo (Según la Wikipedia, fue fusilado durante la guerra civil, no se dice por quién. Supongan). Me alegro, en cualquier caso. Su talento para la novela y el relato es enorme, también su penetración para comprender la sociedad.

 Morriña es una novela madrileña de 1889, como Insolación, obra  más que moderna esta, fuera del tiempo, que es mi elogio preferido. De los vecinos de san Bernardo (Calle que atraviesa la Gran Vía hoy) habla Morriña. Los coches de caballos, el servicio, los visiteos formales y cotillas entre conocidos, jueces severos todos de la prosperidad ajena, ocultadores de las penurias propias.

Una dueña de su casa, su hijo estudiante, una criadita gallega, los tertulianos, entre talludos y ancianos, diletantes aburridos, que la doña recibe, son los personajes principales.

Doña Aurora, viuda gallega, es reina de su casa con aspiraciones a Emperatriz del barrio. Su hijo Rogelio, es estudiante en la universidad de San Bernardo, en el barrio; aprendiz de calavera, niño mimado, con tanta personalidad como un tipo de ojos vendados en el laberinto de la vida. Esclavitud es una moza gallega que viene a Madrid a servir; sus antecedentes familiares son vergonzantes, su capacidad de trabajo, admirable. Todos los personajes compartirán techo y vida, en ese Madrid de asturianos, gallegos, españoles de todas partes, incluso hijos capitalinos.

El título no deja de ser irónico, en cuanto que lo que hace desgraciada a la galleguita Esclavitud no es la tristeza por la lejanía de su tierra, si no la cerrazón de la gente, las habladurías, la importancia social de la impostura y la buena imagen.

Doña Emilia saja la sociedad con su bisturí pero, con la otra mano, tapa la hemorragia, a base de humor compasivo, galdosiano. Novela recomendable. Se lee rápido por el interés del cuento  y por el español claro, certero, de la autora, como siempre en ella.

 

Luis Miguel Sotillo Castro.

domingo, 7 de noviembre de 2021

POR OTRA EDAD MEDIA. Jacques Le Goff

Le Goff, francés que vivió entre 1924 y 2014, goza de gran prestigio como medievalista. Reconoció generosamente a sus maestros y es alabado por sus numerosos discípulos. Este libro recoge cuatro de sus ensayos.

 Primero, Tiempo y trabajo. Analiza la obra del maestro Michelet, historiador que vivió en el XIX. Me faltan conocimientos para disfrutar esta parte. Luego nos habla de la concepción del tiempo de los medievales, asunto apasionante enlazado con el trabajo, los gremios, el comercio, la usura… ¿Es lícito prestar y cobrar intereses? ¿No es eso una apropiación del tiempo, que el paso de los días encarezca el préstamo? Por otra parte, ¿Qué oficios son honorables, cuáles degradantes? Analiza las influencias grecorromanas, judeocristianas, bárbaras, en todo ello.

 Segundo, Trabajo y sistema de valores. Estudio sobre las universidades, la de Padua, por ejemplo; sus relaciones con el poder político. Quién estudiaba en ellas, qué se estudiaba, cómo se financiaban.

  Tercero, Cultura erudita y cultura popular. Aborda asuntos concretos, franceses, que no me interesan gran cosa, salvo las leyendas sobre Melusina. El gran Manuel Mujica Láinez tiene una novela al respecto de esta mujer hada y serpiente, El unicornio.

 Cuarto, Hacia una antropología histórica. La investidura feudal. ¿Qué hay detrás del célebre “yo te armo caballero”? Ritual del vasallaje, sus antecedentes y consecuencias.

 Siendo el libro de interés irregular, en mi pobre opinión de aficionado, tiene una virtud grande: Pone a pensar y enseña.

 Los de Alfonso el Batallador, Urraca de León, Isidoro de Sevilla, Menéndez Pidal, Ordoño IV y Claudio Sánchez Albornoz son los nombres españoles que podemos leer; entre cientos de personajes, franceses, principalmente. De ahí que el subtítulo “Tiempo, trabajo y cultura en OCCIDENTE” me parezca, bueno, exagerado. Comprendo que bastante compleja es la Historia de la Edad Media europea como para meterse a fondo en las peculiaridades de una península ibérica con reinos cristianos y musulmanes en conflicto. Pero quizá se podría ser menos pretencioso titulando.

Me gusta la reivindicación de la etnografía, por su comprensión de que sin la cultura popular, sin la historia corriente de la gente menuda, no hay Historia. El gran Julio Caro Baroja estaría de acuerdo.

La edición original es de 1978. Leo la segunda edición de Taurus, de 2020. 516 páginas.

 

Luis Miguel Sotillo Castro.

viernes, 15 de octubre de 2021

EL PERDÓN DE LOS PECADOS. Antonio Fontana

Sigo en mi agotadora búsqueda de autores españoles actuales que valgan la

pena y debo confesar otra decepción. Y eso que viene avalado por Acantilado y premio Café Gijón. 
De fondo (y que no falte) tragedia en la España profunda de posguerra, discapacidad familiar incluida.
Cansino, pesado, trasnochado, vulgar de puro visto y leído por más que el autor quiera darle tono cosmopolita copiando párrafos enteros de Rebeca de Du Maurier. Comparar Manderley con villorrio castellano de cerrado y sacristía es un sacrilegio. 
Vuelvo a preguntarme en qué piensan los miembros de jurados de premios literarios. Aunque sabiendo que la inefable R. Regás participaba en éste, debería haber hecho caso a mis justificados recelos.
No pierdan el tiempo.


Novelilla construida sobre un monólogo que entona un "mea culpa" tan repetitivo que un mantra tibetano tiene más letra. 



Sybilialibros


viernes, 8 de octubre de 2021

EL SENTIDO DEL DOLOR. Invierno para el comisario Ricciardi. Maurizio de Giovanni

Sigo descubriendo noirs italianos. Parece que se les da bien. Como dice mi amiga Julia, el género policíaco es el nuevo costumbrismo, revestido de investigación policial para hacerlo atractivo. Y claro, de costumbrismo tenemos en el Mediterráneo para dar y tomar. 

Giovanni cumple con la norma: detective y ciudad donde trabaja son uno, pero difiere del resto de novelas actuales al alejarse del mundo contemporáneo y ambientarla en Nápoles durante los año 30, donde un Fascismo recién estrenado añade aún más contradicciones a la ya de por sí caótica esencia napolitana, pues en una ciudad fascista (al igual que en sus homólogas comunistas) no pueden existir crímenes, suicidios, violaciones o robos porque el infalible Estado es el garante de la seguridad. Por supuesto, la realidad y el comisario Ricciardi se encargan de contradecir la mentira totalitaria.


Una ambientación diferente merece un detective diferente y Giovanni dibuja un protagonista extraño: al contrario que sus colegas, sobre todo los norteamericanos, que son casi más “bajofonderos” que los criminales que investigan, Ricciardi es de origen noble. No necesita trabajar para vivir pero lo hace porque lo empuja “El Hecho”, una carga que no puede compartir con nadie, que determina su oscura personalidad y lo sume en un dolor abrumador constante. Es taciturno, esquivo y poco amigable para el lector que, sin embargo, queda atrapado por sus ojos verdes sin sombrero y no puede dejar de leerlo. 


En ese muro de soledad sólo les está permitida la entrada, y restringida al atrio de la “sfogliatella” en el Gambrinus, a su fiel segundo el brigadier Maione, al racional forense Modo y al informante travesti Nenita. Meras comparsas en esta primera novela. 

El único personaje que habla de tú a tú a Ricciardi es Nápoles, la ciudad del autor que mima en sus descripciones. Es la Nápoles de los burgueses del Vomero y de los pobres de los Quartieri Spagnoli, de los “scugnuzzi”, los niños de la calle, y de la suntuosidad del teatro San Carlo, donde se desarrolla la acción de esta primera entrega:

Arnaldo Vezzi, divo de la ópera de talento infinito, amado por mujeres y reverenciado por el mismísimo Duce, aparece muerto en extrañas circunstancias justo antes de “vestire la giubba” de Pagliacci. Su carácter caprichoso y tiránico lo hace acreedor de multitud de enemigos por lo que la investigación parece inabarcable. Pero la contumaz perseverancia de Ricciardi, impulsada por un profundo conocimiento de los sentimientos humanos (“el delito es el lado oscuro de los sentimientos” dice Giovanni) irá levantando los pesados telones, de amor unos, de hambre otros, que cubren el crimen.


También en la narración es diferente Giovanni. Su prosa es pausada, floreada en algunas ocasiones (no lo puede evitar siendo napolitano), más atenta a los sentimientos y a hurgar en los tortuosos pensamientos del comisario Ricciardi que a la acción, lo que a mi modo de ver hace que se resienta el desarrollo de la investigación. La ambientación es maravillosa, los personajes bien descritos y el planteamiento muy atractivo, pero de desinfla un poco a mitad del libro y al final comete uno de los peores delitos que puede perpetrar un escritor de novela policíaca según mi amigo y colega Luis: sacarse de la manga un personaje crucial para la resolución del caso, lo que hace menos creíbles los motivos del crimen. 

A pesar de esta pequeña decepción, continuaré leyendo la saga de Ricciardi, dividida en estaciones (como los primeros de Mario Conde), porque me ha gustado el personaje y mucho más Nápoles. Sí, lo recomiendo porque se sale de lo común, y en concreto para los amantes de la Ópera porque van a disfrutar como enanos.


Lo he leído en italiano donde he podido apreciar la riqueza del lenguaje de Giovanni, al que agradezco no atiborrar el discurso con el dialecto napolitano, sólo unas pinceladas.

En español lo edita Lumen y lleva como título El invierno del comisario Ricciardi.


Sybilalibros


miércoles, 6 de octubre de 2021

ASESINOS SIN ROSTRO. Henning Mankell

Tanto oír hablar de Wallander que tenía que probar para opinar.

Vaya por delante que no soy nada fan de la moda del policíaco nórdico, pero he dejado de lado las suspicacias para su lectura. 

Pues han vuelto ellas solitas por derecho propio. 

Leeeeeeeento, aburrrriiiido, trama regular llevada y el tan afamado carácter atormentado e introspectivo de Wallander me parece de lo más cargante. Nula conexión con el detective protagonista y para colmo de males, total ausencia de una mínima dotación de personalidad al resto del equipo investigador que te permita ir más allá de un nombre extraño que aparece de vez en cuando en escena.

No sé si es porque se trata del primer libro de la serie y no está cuajado, si luego mejora, si...Creo que no, que no voy a perder mi tiempo con este señor habiendo otros mucho más interesantes esperando a entrar en mi vida. No se ofendan sus seguidores, es cuestión de empatía con el protagonista y no ha asomado por ningún lado.


Sybilalibros


domingo, 3 de octubre de 2021

LAS INQUIETUDES DE SHANTI ANDÍA. Pío Baroja

Gratamente sorprendida con este amenísimo libro. No me lo esperaba de D. Pío. Una tenía aún el recuerdo agridulce del Baroja colegial, aquel de "El árbol de la ciencia", pesado y sombrío para una edad en la que todo era futuro. Pero Shanti Andía le ha dado la vuelta a la tortilla.


Excelente novela de aventuras marinas, al más puro estilo Verne y Salgari, pasado por tamiz vasco: piratas, negreros, tormentas, motines y tesoros. No le falta ni la enredada historia de amor para cumplir con los cánones del folletín decimonónico. Eso sí, este, con el pedigrí de Baroja: escritura rápida, personalidades  atractivas con las que te identificas desde la primera página, el habitual estilo desmañado y la marca de la casa: el amor por el mar y lo vasco como razón de ser y sentir, sin atisbos de nacionalismo talibán.


Lo recomiendo con verdadera alegría, para cualquier paladar. 

Yo me lo he bebido en 4 días, he disfrutado como los indios, me ha tocado el corazón con la parte ambientada en el Cádiz del XIX, me ha hecho soñar con las velas desplegadas al viento (eso sí que era navegar) y lo mejor, me ha reconciliado con D. Pío. Tiene varios dedicados al mar como maestro de iniciación a la vida adulta. Irán cayendo.


He leído una edición baratita de El mundo que andaba por casa, pero recomiendo la anotada por Caro Baroja de Cátedra. Otro nivel.


Sybilalibros


miércoles, 29 de septiembre de 2021

HAMNET. Maggie O'Farrell

La dependencia de la luz. Sitúense en los últimos años del siglo XVI. Una pequeña población rodeada de naturaleza, en parte domeñada, nuestra, en parte salvaje, ajena. De día tenemos recursos, nuestra mirada nos hace fuertes, atacamos y nos defendemos. Distinguimos el  trigo de la ortiga, la caza que llevamos al hogar  del lobo y el jabalí. La noche ciega nos mete en casa, fuera de ella, la negrura vence. El anochecer nos pone a la defensiva. Desconfiamos de las personas que osan moverse en la oscuridad del bosque. De él parece surgir Agnes, madre de Hamnet, mujer nervio, raíz de mandrágora, de este libro.

 Me encanta una canción en la que pensé leyendo esta historia, Scarborough  Fair, en la versión angelical de Simon & Garfunkel.  Melancolía. Recuerdo también a Robert  Plant tirado en la hierba con una joven y un bebé, mientras suena Stairway to heaven. Pero si las escucho diez veces seguidas me aburro. Con las descripciones de este libro, sus catálogos de hierbas y otras hierbas, me pasa lo mismo. Creo que la historia podría haberse contado con menos páginas. O’Farrell nos ofrece una ruta de la peste, su transmisión, que queremos que acabe pronto. Ya leímos en su día el Diario del año de la peste, de Daniel Defoe.

Dicho esto, agradezco la claridad valiente. Lo primero que se nos dice es que el personaje que da nombre al libro es un hijo de Shakespeare que morirá poco después de empezar sus andanzas en la novela, a los once años. La tristeza no nos pilla por sorpresa. En realidad, la protagonista es la madre de Hamnet, la mujer de Shakespeare, un tipo que, huyendo de su padre, de su pueblo, del trabajo artesano y su comercialización, marcha a Londres; tiene imaginación, cierto talento y afición por la escritura. Probará a trabajar en el teatro.

 Novela de mujeres y niños. Los varones adultos son temibles, simples  o están lejos. Agnes, la madre de los hijos de Shakespeare, es personaje muy atractivo, por su independencia y saberes, entre naturales y mágicos. ¿Es verosímil? Dudoso.

En fin, la novela es atractiva más por las correcciones mentales que le hacemos, por lo que imaginamos nosotros, que por lo que cuenta; es mérito de O’Farrell despabilarnos. No sé si recomendarla o no. Porque de William tengo los temores y las dudas, no el talento.

344 páginas. Edita Libros del Asteroide, leo la segunda reimpresión, 2021, el original es de 2020.

Luis Miguel Sotillo Castro.

 

 

miércoles, 15 de septiembre de 2021

GUÍA PARA VIAJEROS INOCENTES. Mark Twain

Twain es un señor mayor gracioso, las guías de su bigote imitan la trayectoria del cometa Halley. Por otra parte, ha hecho felices a millones de niños y adultos con sus libros. Minucias. Lo importante es quién pinta la valla, ¿verdad, Tom?

  Nació en Misuri en 1835, murió en Connecticut en 1910. Encarna lo mejor de los estadounidenses, por su irreverencia, libertad, energía. Es un homo novus en un país sin tradiciones. Twain es a la prosa lo que Walt Whitman a la poesía. Como escribió este “Dentro y fuera de mi casa me pongo el sombrero como me da la gana”. Recomiendo sus novelas Las aventuras de Tom Sawyer,  Las aventuras de Huckleberry y El Príncipe y el mendigo. Desaconsejo sus memorias, nada graciosas, llenas de sus avatares financieros.

 En 1867 Twain se apunta a un viaje organizado: “Excursión a Tierra Santa, Egipto, Crimea, Grecia y lugares de interés intermedios”, zarpando de Nueva York. ¿Normal? Les repito la fecha, 1867; hace dos años de la guerra de Secesión, el turismo prácticamente no existe, como lo conocemos hoy.

Las Azores, Gibraltar, España, Francia, Italia, Grecia, Constantinopla, el mar Negro, Crimea, Asia menor y Oriente Medio hasta Jerusalén; de regreso, Egipto, el Mediterráneo, Madeira, Bermudas.

El observador Twain nos hace un relato divertido de la travesía aburrida en el barco, hasta llegar a las Azores. Aquí, algunos lectores torcemos la sonrisa. El humor a costa de los portugueses isleños muestra, en algunos momentos, un complejo de superioridad y una falta de bonhomía muy anglosajones. Disculpamos al hombre del Mississsippi  (Lleva el nombre del río eses y pes dobles por las olas que llegan de dos en dos a sus orillas) porque es igual de inclemente con todo el mundo. Esta sensación se repetirá a lo largo del libro, en otros paisajes con otras gentes. No deja títere con cabeza. Extrañamente, nos parece buen tipo, al fin y al cabo. El humor es así; sobre todo, escribir muy bien produce ese efecto. Enhorabuena, Dos brazas de profundidad.

  Nos reímos con él de nuestra queridas  antigüedades europeas y de las peripecias en Tierra Santa, donde saca de su magín las reflexiones más interesantes del libro. Hay que saber que la mayoría del pasaje excursionista es devota, protestante; ve el Antiguo Testamento y la grandiosidad de sus lugares y hechos donde Twain ve polvo, miseria, fealdad y sudor.

 He de decir que el libro se hace largo, como tantos viajes que uno comienza con ilusión. Merece la pena leerlo, de todos modos. Edita bien Ediciones del viento. Leo la séptima edición, de junio de 2020, 622 páginas.

 

Luis Miguel Sotillo Castro.

 

 

 

 

 

martes, 7 de septiembre de 2021

HERO: DAVID BOWIE. Lesley-Ann Jones

Ayer compré el último disco de Bowie, Blackstar. ¡Por fin, casi tres años sin material nuevo! Lo oí dos veces, maravillado.

 Me levanto pronto hoy, desayunaré mientras lo escucho de nuevo. Primero, voy a cargar el móvil. Leo en él: David Bowie ha muerto. No quiero creerlo. Me meto en la cama otra vez. Dormiré; al despertar, me reiré de esta pesadilla. Diez u once de enero de 2016.

 

Hace décadas leí un artículo en un periódico. Decía que un barco navegaba cerca de la costa, tiempos del Imperio Romano. De repente, de tierra llega una voz sobrenatural: EL DIOS PAN HA MUERTO. Imaginen la estupefacción de los navegantes. Así nos sentimos muchos con la muerte de Bowie. Hoy, 2021, aquel periódico es un panfleto penoso, el articulista murió hace mucho. Puede que sólo sobreviva el viejo dios Pan, descojonándose de la naturaleza humana.

 Sigo a Bowie desde 1975, más o menos; yo era un chaval de trece o catorce años. Fascinación perenne.

 En España nunca fue una gran estrella ni vendió mucho, creo. Recuerdo, por ejemplo, que el hoy celebérrimo  single Heroes, en  1977 no gustó mucho aquí; con esa guitarra rara de Robert Fripp que sonaba confusa, más en nuestros voluntariosos radiocasetes. Por ello, no somos conscientes del todo de la gran importancia que tiene en Inglaterra, en otros países y en la música. No lidera ninguna lista de mejores cantantes ni instrumentistas pero, en una encuesta entre profesionales poprroqueros, fue elegido el músico más influyente sobre sus compañeros de profesión.

 La autora de este libro, periodista, conoció a Bowie de adolescente. Tuvo varios encuentros con él a lo largo de los años, más profesionales que estrechos, como ella reconoce. No aprovecha para exhibir una intimidad que no existió, cosa frecuente en el pop. Merece reconocimiento y credibilidad por ello.

También porque  el libro, que aspira a ser biografía definitiva, es equilibrado. Desmenuza tanto la vida profesional como la personal de David Jones, nombre que nunca cambió legalmente por Bowie nuestro héroe. Quien quiera conocer íntimamente a Bowie, no creo que encuentre mejor relato, sin tapar los asuntos feos o dudosos; quien quiera jugosas anécdotas sobre sexo, drogas y Rock and Roll, también las lee aquí. Por supuesto, desfilan las estrellas del pop rock desde finales de los sesenta hasta la actualidad. Leemos testimonios de ellas sobre nuestro protagonista, también de amigos, novias, músicos de estudio, representantes, productores, etc.

Libro interesante para los amigos del rock, imprescindible para los fans de Bowie.

Todo Bowie, aquí, sería un buen lema publicitario. Edición de Alianza Editorial, 2021, 650 páginas. Con fotos, claro. Bowie es sound and visión.

Luis Miguel Sotillo Castro.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

domingo, 5 de septiembre de 2021

ALFONSO VII DE LEÓN Y CASTILLA (1126-1157). Sonia Vital Fernández

Libro riguroso, de los que ponen riendas a la imaginación. Vamos a hablar de lo que sabemos, sin inventar; no existen los atajos en Historia, parece decir, sí los documentos, literarios y oficiales, la epigrafía, la arquitectura, con ello trabajamos.

 Alfonso VII nace en 1105, reinando su abuelo Alfonso VI, muere en 1157. Tiene dos años cuando fallece su padre, Raimundo de Borgoña, cuatro cuando su abuelo muere y sube al trono su madre, Urraca. Esta lucha por los derechos al trono de su hijo, pero sin ser sustituida en vida por él. Alfonso comienza su reinado en 1126, cuyo cénit se produce en 1135, al ser coronado  Emperador de toda España en 1135, en la catedral de León. Lleva la Reconquista contra los musulmanes hasta Almería, nada menos, cuando aún viven personas que recuerdan el Toledo musulmán. Pese a ello, sufrirá la pérdida de Portugal, convertido en Reino  por las maquinaciones de su tía Teresa y su primo  Alfonso Enríquez.

Muchos hechos, muchas fechas importantes; mas por suerte, este libro no es una biografía, es un estudio, un intento de comprensión de la época.

 Un rey pasa su vida guerreando, consigue unificar territorios bajo su corona para, a continuación, deshacer esa unión dando en herencia esas tierras, troceadas, a sus hijos. Tenemos la sensación de que Fernando I, Alfonso VII y otros son Sísifos sangrientos. Sube la piedra por la ladera y luego déjala rodar. Lucha, mata, unifica y a la postre, divide lo unido, en tu testamento.

Este libro lo explica. Alfonso tiene una idea patrimonial, familiar, personal, de sus posesiones. No hay Estado ni Nación como las entendemos hoy. Es difícil comprender esas mentes del siglo XII. Sonia Vital nos ayuda. ¿Cómo? Analizando las luchas por el poder entre el rey y los nobles, las de estos entre sí, la Iglesia entre la mediación y la toma de partido. La creación o reforzamiento de instituciones y cargos como el merinato, la alferecía, la mayordomía, el infantazgo con la importancia de las mujeres; magnates y tenentes.

 Todo bien basado, argumentado, expuesto. Lean, piensen; sientan el alivio o la condena de pensar que los hombres no cambiamos tanto con el pasar pesar de los siglos.

Edita Ediciones Trea, octubre de 2019. 334 páginas, con bilbliografía y apéndices muy interesantes.

Luis Miguel Sotillo castro.

 

miércoles, 1 de septiembre de 2021

LOS ECOS DEL PANTANO. Elly Griffiths

Yo tengo mis filias y fobias en el universo del noir/policíaco/detectives, como quieran llamarlo. 
No me gustan los nórdicos y mi corazón viajó a Sicilia en una ocasión y allí se quedó a vivir con Montalbano. 
Verdad es que, como buena italiana, le soy infiel con un Conde cubano encantador y un romano borde en Aosta, ya amantes fijos.
También le doy a la necrofilia con el maestro Dashiell Hammett.

Pero de vez en cuando me apetece un cambio de aires y conocer detectives de otras áreas: la promiscuidad de este mundo se contagia rápido.
Así es como he llegado a la arqueóloga forense Ruth Galloway, recomendada por una amiga. 

He de confesar que no me ha convencido: la protagonista me ha parecido insulsa aun siendo una novedad su profesión; la trama, más que previsible (¡he descubierto al asesino en la página 20 y resuelto el caso en 0,001 milésimas de segundo. Y tiene 316 páginas!) a pesar de la onírica y cuasi gótica ambientación en los brumosos y traicioneros pantanos de Norfolk y el anzuelo de los cultos paganos en un henge prehistórico; los personajes demasiado arquetípicos y la narrativa de la autora, flojita de manos, que diría un taurino. 
Ya sé que lo primeros libros de una serie nunca están muy cuajados, pero creo que no le voy a dar una segunda oportunidad. Hay demasiado por leer.

De todas formas, dejo sinopsis por aquí por si a alguno de los amigos lectores que esté menos picardeao que yo le atrae el tema para echar un buen ratito:

La profesora de Arqueología Forense Ruth Galloway vive en una pequeña casa junto a una marisma en el condado de Norfolk. Se trata de un área remota donde se unen mar y tierra, considerada como un lugar sagrado por los hombres de la Edad de Hierro. Cuando la policía encuentra unos huesos en una zona de la marisma, el inspector Harry Nelson recurre a Ruth para que lo ayude, convencido de que se trata de los restos de una niña desaparecida diez años antes. Aunque esa posibilidad queda descartada, ya que los huesos pertenecen a una niña de la Edad de Hierro, Ruth continúa ayudando a Nelson para descubrir qué relación hay entre este caso y los rituales prehistóricos que tenían lugar en la marisma hace más de dos mil años.

Sybilalibros

URRACA I DE LEÓN. José María Manuel García-Osuna y Rodríguez

Urraca nace en León en 1081 y muere en Saldaña en 1126. No ha cumplido los cuatro años cuando su padre, Alfonso VI, conquista Toledo. Reina de León entre 1109 y 1126; el reino incluye las actuales Galicia, Asturias, Cantabria, León, Castilla, el País Vasco y partes de Castilla La Mancha, Extremadura y Portugal. Las fronteras tiemblan durante el reinado como un flan de sangre. Los enemigos son su esposo Alfonso de Aragón, del que se divorciará, los almorávides y su hermanastra Teresa, cuyo hijo acabará segregando Portugal del reino leonés, hecho que Urraca no vivirá. La relación ambigua, tensa, con el poderoso obispo de Compostela Gelmírez  merece y tiene mucha historiografía.

Se puede considerar su reinado exitoso, en cuanto consiguió no perder territorios heredados de su padre y logró ser sucedida por su hijo, Alfonso VII, en 1135 coronado Emperador en León, sin ser desplazada en vida por él, como hubiese sido el gusto de parte de la nobleza y el clero. Si añado que, viuda de Raimundo de Borgoña, divorciada de Alfonso el batallador de Aragón, tuvo después una vida amorosa e hijos con quien le pareció, el interés crece.

 La fama le ha sido adversa en buena medida. Este libro corrige eso, con demasiado ímpetu. Al lío.

  Sine ira et studio. Esta frase de Tácito que  suele traducirse: sin odio ni parcialidad, es un mandato para los historiadores. Este libro lo incumple. Rebosa  ira contra las fuentes medievales sobre el reinado de Urraca, es parcial de esta reina y su Reino, León.

Ruy Ximénez de Rada con su De rebus Hispaniae es vilipendiado por el autor; también Lucas de Tuy y su Chronicon  mundi, del siglo XIII igualmente. Además utiliza el Chronicon Compostellanum, siglo XII, etc. Es decir, el autor ha leído las fuentes y trabajado sobre ellas, lo que se agradece. Pero su falta de comprensión por esos clérigos escritores y sus motivaciones empobrece el trabajo. Los tilda de pro castellanos anti leoneses y antifeministas sin profundizar en los motivos.

 Ira et studio.

Así mismo acude a grandes historiadores, como Claudio Sánchez Albornoz, García de Cortázar, José María Mínguez y más. El autor ha trabajado. Lo malo es la premisa, que la tenga; querer demostrar que Urraca es una mujer moderna y feminista, que el Reino de León merece hoy, siglo XXI, ser autonomía sin Castilla.

La Historia es la narración y comprensión, en la medida de lo posible, de los hechos, no de los deseos; menos la proyección de estos hacia el pasado o el futuro.

 El libro es bonito, por el tipo de letra y las ilustraciones oportunas. Ediciones El Forastero S. L. U. León, junio de 2020. 276 páginas con bibliografía pertinente.

 

Luis Miguel Sotillo Castro.

 

 

 

 

jueves, 26 de agosto de 2021

EL MUNDO SEGÚN MARK. PENELOPE LIVELY

Feliz hallazgo, feliz encuentro, feliz lectura. Feliz.

Porque no quieres soltar el libro, porque no quieres que termine, porque cada página te estimula, te enseña, te envuelve. Eso es El mundo según Mark.


¿Quién es Mark? Es un joven escritor inglés de biografías literarias asentado en un apacible matrimonio con Diana, una galerista de arte apasionada del orden y el control. Poco imagina Mark que la nueva biografía que proyecta sobre el novelista y ensayista de primeros de s. XX, Gilbert Strong, cuya obra descansa en el olvido general, pondrá su vida boca abajo. 


La investigación le lleva hasta Dean Close, antiguo hogar del autor, cuya casa ha sido reconvertida en un centro de jardinería dirigido por Carrie, la nieta de Strong, una joven naif, despreocupada y alejada del mundo literario de su abuelo. Las obligadas visitas en busca de documentación pronto se convierten en un aliciente equívoco para un Mark en plena crisis de la mediana edad que distrae su deber en pos de la inocencia silvestre de Carrie ante la perplejidad de su resuelta esposa.


Hasta aquí pudiera parecer una frívola novelita sobre un trío. Pero la autora abre al lector una “estancia escondida” en la cabeza de Mark donde, mientras recaba información sobre Strong, mantiene un diálogo consigo mismo sobre el oficio escritor, las diferencias entre novela y ensayo, la necesidad de los silencios y mentiras, el gobierno de la memoria frente al asalto de la experiencia a la hora de escribir, sin darse cuenta que es el viejo zorro de Strong el que le está conduciendo por ese camino para desviar su atención de escondrijos en su biografía que no quiso que salieran a la luz.


La tarea de Mark como biógrafo se revela, entonces, titánica porque le exige un nivel de omnisciencia que es incapaz de alcanzar; y para colmo el personaje biografiado está contaminando la existencia de los protagonistas hasta empujarlos a tomar decisiones tan imprudentes como sugestivas. Pobre Mark, un mero hilo en el tapiz que teje y desteje Penelope Lively, haciendo honor a su nombre, para deleite del lector que, cual lanzadera, surca esta colorida urdimbre entre la campiña inglesa y las landas francesas, mientras se afirma la hebra de la personalidad de Carrie y la del matrimonio entre Mark y Diana queda deslavazada.


“El mundo según Mark” es una novela deliciosa, intrigante, inteligente, con un humor distinguido pero aplastante a veces, en la que los personajes son un prodigio de frescor teniendo en cuenta que parten de los esquemas más convencionales: Lively consigue elevar a  rosa inglesa al jaramago embrutecido de Carrie mientras trasplanta a pleno sol a la pareja de húmedos y prehistóricos helechos formada por Mark y Diana. El lector queda prendado de ellos gracias a una prosa sencilla, limpia de adornos y sin embargo cautivadora. La naturalidad con la que fluyen los acontecimientos y los diálogos es asombrosa, como si no estuvieras leyendo sino allí, con ellos, tras pasar al otro lado del espejo.


Huelga decir que estamos ante una recomendación con signos de exclamación triples. Y que volveré a Lively en cuanto pueda.


Sybilalibros



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