miércoles, 29 de septiembre de 2021

HAMNET. Maggie O'Farrell

La dependencia de la luz. Sitúense en los últimos años del siglo XVI. Una pequeña población rodeada de naturaleza, en parte domeñada, nuestra, en parte salvaje, ajena. De día tenemos recursos, nuestra mirada nos hace fuertes, atacamos y nos defendemos. Distinguimos el  trigo de la ortiga, la caza que llevamos al hogar  del lobo y el jabalí. La noche ciega nos mete en casa, fuera de ella, la negrura vence. El anochecer nos pone a la defensiva. Desconfiamos de las personas que osan moverse en la oscuridad del bosque. De él parece surgir Agnes, madre de Hamnet, mujer nervio, raíz de mandrágora, de este libro.

 Me encanta una canción en la que pensé leyendo esta historia, Scarborough  Fair, en la versión angelical de Simon & Garfunkel.  Melancolía. Recuerdo también a Robert  Plant tirado en la hierba con una joven y un bebé, mientras suena Stairway to heaven. Pero si las escucho diez veces seguidas me aburro. Con las descripciones de este libro, sus catálogos de hierbas y otras hierbas, me pasa lo mismo. Creo que la historia podría haberse contado con menos páginas. O’Farrell nos ofrece una ruta de la peste, su transmisión, que queremos que acabe pronto. Ya leímos en su día el Diario del año de la peste, de Daniel Defoe.

Dicho esto, agradezco la claridad valiente. Lo primero que se nos dice es que el personaje que da nombre al libro es un hijo de Shakespeare que morirá poco después de empezar sus andanzas en la novela, a los once años. La tristeza no nos pilla por sorpresa. En realidad, la protagonista es la madre de Hamnet, la mujer de Shakespeare, un tipo que, huyendo de su padre, de su pueblo, del trabajo artesano y su comercialización, marcha a Londres; tiene imaginación, cierto talento y afición por la escritura. Probará a trabajar en el teatro.

 Novela de mujeres y niños. Los varones adultos son temibles, simples  o están lejos. Agnes, la madre de los hijos de Shakespeare, es personaje muy atractivo, por su independencia y saberes, entre naturales y mágicos. ¿Es verosímil? Dudoso.

En fin, la novela es atractiva más por las correcciones mentales que le hacemos, por lo que imaginamos nosotros, que por lo que cuenta; es mérito de O’Farrell despabilarnos. No sé si recomendarla o no. Porque de William tengo los temores y las dudas, no el talento.

344 páginas. Edita Libros del Asteroide, leo la segunda reimpresión, 2021, el original es de 2020.

Luis Miguel Sotillo Castro.

 

 

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