martes, 2 de abril de 2019

UN PARAÍSO INALCANZABLE. John Mortimer

“Sacarle dinero a un socialista rico con alzacuellos requeriría el talento de Moisés cuando golpeó la roca en el desierto”

Esto sólo es un botón de muestra del espíritu que vamos a encontrar en este divertídisimo libro del genial John Mortimer: abogado, escritor, guionista de cine y televisión, acérrimo antithatcherista y epítome del humor británico.

Un Paraíso Inalcanzable podría haber sido el típico e irónico fresco de pueblecito de campiña inglesa, con sus consabidos personajes de nobles venidos a menos, solteronas cotillas, misóginos esnobistas y jóvenes que intentan huir de un futuro plantando rosales y horneando púdines.

Pero la inteligencia de Mortimer toma ese cuadro, quintaesencia de lo “british” y lo retuerce hasta componer una comedia delirante desde el preciso momento en que el motor alrededor del cual gira la novela es la controvertida herencia tras su muerte del atípico pastor anglicano, rico por familia pero más socialista que Karl Marx y tan activista pro todos los derechos habidos tras la 2ª G.M que dejaría en pañales a Bono de U2.
Y es que el destinatario de tal fortuna no es Nelson Mandela ni la propia familia del pastor. Es el arribista e irritante Titmuss, jovenzuelo de familia obrera del pueblo que ahora es ministro de Mrs. Thatcher.

Plantado el desatino, ya sólo queda asistir a la surrealista floración, marcada por las actuaciones de los dos hijos del párroco, a la sazón personalidades totalmente contrapuestas: mientras el airado escritor de éxito pugna por su herencia legítima, el médico rural intenta dar con el secreto del último deseo de su padre, reconstruyendo su historia y a la par la de Gran Bretaña, lo que permite a Mortimer deslizar una crítica social a los rebeldes 60, al activismo setentero y a la irrupción del thatcherismo representada por el inefable Titmuss.

Situaciones disparatadas propias de las comedias inglesas de TV, diálogos mordaces, personalidades incisivas, esa “gentry” (nobleza rural británica) de nariz estirada, codo empinado y gustos plebeyos...TODO rezuma genialidad en Mortimer.
Lo recomiendo casi como lectura necesaria para el desarrollo neuronal  y ejercicio del músculo de la risa.

P.D: La traducción es bastante buena y hay continuación de la saga, ya que es trilogía.

Sybila @YoLibro

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