En el seno de una familia culta y adinerada nace
Daphne du Maurier en Londres, 1907, muere en 1989, en Cornualles, tierra que
amaba y personaje además de localización en varios libros suyos. Si leen su
vida en la Wikipedia, les parecerá persona contradictoria, ambigua, doble, sumamente
interesante. Como un homenaje superficial e involuntario a algunos de sus
grandes personajes. Recomiendo con
entusiasmo toda su obra de ficción, tanto relatos como novelas. De estas he leído La
posada de Jamaica, Rebecca, El río del francés, Mi prima Raquel. El chivo expiatorio es de 1957.
¿De qué trata? Si deseamos un gran giro en nuestra vida sólo
pensamos en los aspectos positivos del cambio, como si fuera posible la
felicidad. Olvidamos que ya fuimos desengañados una vez, cuando dejamos de ser
niños; el día que supimos que los deseos que concede el genio de la lámpara
traen contrato, prospecto, reglamento y mucha letra pequeña.
Concretando. Profesor
inglés de Historia francesa, John quiere ser otro. Lo va a conseguir. La
novela arranca magistralmente en las calles lluviosas de Le Mans, con nuestro
(si es que no somos nosotros, que lo dudemos es magia du Maurier) atribulado
John deseando integrarse en la sociedad francesa. No sabe hasta qué punto lo va
a lograr, lo cerca que va a estar del abismo, de perder la identidad… No caeré
en la maldad de contar aquí media novela, yo no escribo contraportadas. Sí
puedo alabar la existencia de unos diez personajes creíbles, matizados,
complejos, vivos. La emoción de la lectura, la incertidumbre, el deseo de
avanzar y conocer los próximos acontecimientos; sabemos por experiencias
previas que la autora jamás usa golpes de efectos tramposos, sí sorpresas
genuinas muy bien elaboradas. Felicidad lectora. Du Maurier expone la maldad
humana sin regodearse, no pinta sólo el puñal y la herida con rojo escandaloso,
en su cuadro vemos con precisión amena todo lo que rodea el suceso: campos,
ciudades, pueblos, mansiones, cobertizos, seres humanos.
Leo la primera edición, marzo de 2021, en la
colección Rara Avis de ALBA editorial, 501 páginas.
Luis
Miguel Sotillo Castro.
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