Estamos ante uno de esos libros que hay que leer sin prisas, entre otras cosas porque son más de 600 páginas y con sustancia, calentándolo en el butacón de orejeras como si de una copa de coñac se tratara. En la órbita de las “Memorias de un europeo” de Zweig, pero novelada, es de esas lecturas que te enseñan muchísimo sobre la historia contemporánea europea sin que te enteres. Una historia además muy desconocida para los que no ofician en la materia, ya que la mayoría sólo sabe de Polonia por su desgraciado protagonismo durante la 2 G.M.
Singer nos relata precisamente el período anterior a la invasión nazi, desde los albores de la revolución industrial hasta el período de entreguerras a través de las vicisitudes de una saga familiar, estructura muy querida a los escritores judíos, protagonizada por unos hermanos gemelos nacidos en el intransigente jasidismo, los eternos Caín y Abel trasladados a Lodz, la ciudad industrial más pujante de ese no-estado, no-nación que fue Polonia hasta 1918.
Lo de hermanos del título
es casi un decir, porque el ochenta por ciento del peso de la novela recae sobre
el intrigante, ambicioso, astuto, desalmado, déspota y egoísta Simjat Meir,
mientras que el noblote, simple, directo y casi primario Yankev Bunnem sólo
asoma de vez en cuando en desacuerdos y enfrentamientos con su desnaturalizado
hermano. La vileza, las traiciones y la perversidad para con los suyos serán
las losas que construirán el camino que conduce a Simjat de renegar de las
directrices paternas que lo condenaban a una vida de estudioso jasidí a convertirse
en el empresario más poderoso de Lodz.
Esta agitada vida no es
más que el hilo conductor para una interesantísima recreación novelada del
proceso de industrialización en Lodz, desde sus comienzos con los telares
manuales hasta la introducción del vapor, sazonado con una rica mezcla poblacional
que incluía judíos, rusos, alemanes, polacos; los primeros movimientos obreros,
los abusos del capital, la sempiterna traición de la burguesía, el paulatino
ascenso del marxismo de la mano de los judíos precisamente, para terminar en los
pavorosos efectos de la I GM y la Revolución Rusa sobre esta importante
población y por ende sobre toda Polonia.
Y todo desde la óptica de
alguien que conoció algunos de esos sucesos de primera mano, y que, al igual
que los protagonistas, renegó de los anquilosados y excluyentes valores ortodoxos de su familia
jasidí y optó por ser un ciudadano del mundo sin dejar de ser judío ni de
reivindicar el yiddish, su lengua y en la que escribe sus obras.
No es mucho lo que se
sabe de Israel Singer, eclipsado por la figura de su hermano, el premio Nobel
Isaac Bashevis Singer,pero sí conocemos de la pertenencia a la izquierda judía
de su país, Polonia, de su viaje a la URSS para conocer de primera mano el
ansiado paraíso socialista y de su horrorizado desencanto al presenciar la
barbarie a la que se entregó el proletariado. Aunque su principal labor la
desarrolló como periodista en Europa y EEUU, sus experiencias, ideas y
opiniones han quedado también plasmadas en sus novelas.
Para mí ha sido un auténtico placer descubrir una sociedad
tan rica, heterogénea y a la vez tan pisoteada como la polaca en este período
histórico, confinada habitualmente a su papel de estado-tapón entre Rusia y
Alemania y vapuleada por ambas potencias. Conmueve hasta el tuétano ver cómo
esa Polonia castigada, a la hora de constituirse por fin en estado con el
nacionalismo por bandera, comete las mismas e incluso peores tropelías contra
su pueblo, en particular contra los judíos, para así tener la ansiada entidad
propia dentro de Europa. La descripción del pogrom realizado en la ciudad de
Lvov pone los pelos de punta. Nada que envidiar los de los nazis ni los estalinistas
que sufriría después en la II GM.
Y a pesar de algunos
síntomas de cansancio tras su ingente número de páginas, me he emocionado con
el excelente final, tan inteligente, tan coherente como poco agradador con el
lector buenista. Ahí es donde se percibe la talla de un escritor.
Absolutamente
recomendable como testimonio vivo de la historia europea, para cura de
racismos, nacionalismos y demás sarampiones que afectan a los que desconocen su
propia historia o se tragan la que le enseñan envuelta en nubes de azúcar.
Sybilalibros
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