viernes, 17 de abril de 2020

POLICÍA . Jo Nesbo

La novela negra es el nuevo libro de caballerías. Dashiell Hammett escribió La llave de cristal, Amadís de Gaula, espejo en el que supieron mirarse los mejores: Cain, MacCoy, Himes. El género ha degenerado en las últimas décadas, convirtiéndose en literatura de psicópatas sádicos y detectives invencibles; dragones con bisturís en lugar de uñas contra santos Jorges descreídos, armados de alcohol, soledad y pistola.

 Cuando comenzó la novela policial, el público se vio sacudido. No se escribía antes con la corrupción política, los bajos fondos, la violencia física y moral en primer plano. La gente creía en un mundo con injusticias, claro, pero decente en general. Tenía valores. Hoy, la indecencia de los representantes públicos, la maldad criminal en gente de cualquier condición, son cosas que se dan por sabidas. De ahí que el novelista actual se crea obligado a ir un paso más allá, para lectores que se creen desengañados y sabios. ¿Cómo? Amplificando el sadismo, la viscerología, el sexo violento explícito, la drogadicción minuciosa y demás males humanos hasta la auto parodia. ¿Cómo? Maltratando al público, ofreciéndole pistas faltas, mareándole con giros sorprendentes, poniendo a prueba la credulidad y buena fe del desocupado lector.
La novela negra es el nuevo libro de caballerías. Espero, ojalá, el Don Quijote de la Mancha correspondiente.

Policía es la décima novela con Harry Hole de protagonista. Cae en los defectos arriba dichos, con otro añadido. Nesbo deja demasiadas cosas abiertas cuando finaliza sus novelas; supongo que lo hace para que el lector desee leer la siguiente. A mí, la impresión que me queda es que no hace novelas redondas, independientes. Todo es el mismo relato interrumpido cada equis páginas, diez entregas ya. Sin embargo, voy leyendo cada una.
 La adición se debe a que escribe bien, siento simpatía y antipatía real por los personajes, sabe pintar detalles, como el del viejo que acude solo a la cancha de tenis, esperando compañero de partido que sabe no llegará; el patetismo de la soledad. Esto es mérito de Nesbo. Además, conozco Oslo; es un placer añadido haber pisado algunas de las calles nombradas, reconocer edificios de la ciudad.
 Novela entretenida, en suma, sin llegar al nivel de los clásicos del género. Ustedes mismos.

Luis Miguel Sotillo Castro

2 comentarios:

  1. Hola Luis, me gusta mucho la novela policiaca clásica, con Poirot o Holmes y tienes razón en que cuesta mucho encontrar buenos detectives actualmente. No he leido nada de Nesbo y lo tengo pendiente desde hace mucho. Después de tu reseña creo que no tengo prisa. Saludos

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  2. Muchas gracias por tu comentario en nombre de Luis (si quieres dirigirte a él cuando quieras comentar alguna de las reseñas con las que colabora puedes hacerlo directamente en la nuestra página de facebook o en twitter). Me gustaría animarte con Nesbo pues esta opinión es de sus últimas novelas en las que degenera bastante. Sin embargo las primeras son muy buenas y merecen la pena. Saludos

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