Estamos ante “Los
miserables” versión noir tejana: un Jean Valjean matón y asesino de corazón
desgarrado; una Fantine inocente, desquiciada, puta, a la que el autor de esta
carnicería empuja hacia el carnicero; y una preciosa Cosette con demasiada
experiencia para su corta vida. Los tres, pisando el acelerador en una loca
huida hacia delante, escapando de un Javert mafioso, sólo echando el freno
cuando el aliento se ahoga (el del lector, sobre todo) y parando sólo para
repostar oxígeno, una pizca de cordura y un halo de amor ilusorio en
moteles tan funestos que se ocultan de
sí mismos.
Pero Pizzolato es
menos compasivo que Victor Hugo. Es guionista de series (True Detective) en las
que la ficción debe superar a la realidad para sorprender. En el s. XX la moral
ha dejado de existir en la literatura y el lector exige que los personajes sean
condenados a la arena del Circo.
El texano Roy
Cady lleva unos años ejerciendo de matón profesional en Nueva Orleans. Roy es
un tipo tranquilo, comprensivo, capaz de ver el lado filosófico de las cosas,
lo cual no le impide ser implacable cuando la ocasión lo requiere. Pero su vida
da un giro radical el día que le diagnostican un cáncer avanzado. De pronto,
sus puntos de referencia se trastocan, y el relieve de la realidad cobra una
nueva dimensión. Ante la sospecha de que su jefe, el poderoso extorsionador
Stan Ptitko, quiere quitárselo de encima, Roy se despoja de sus ataduras e
inicia una frenética carrera hacia un horizonte desconocido, donde su encuentro
fortuito con una joven desamparada le brindará, tal vez, la ocasión de darle un
nuevo sentido a su existencia.
Galveston va más
allá del “noir” actual y lo supera en calidad y profundidad. Es una novela
salvaje y poética, violenta, implacable, genial, estremecedora, que te deja el
cuerpo temblando y el corazón encogido una vez terminada, incapaz de acercarte
a otro libro en unos días, aún con el regusto metálico a sangre en la boca.
No os asustéis de
mis palabras, no tengáis miedo a leerla. Es una novela redonda, maravillosa,
que recomiendo desde el corazón. No la olvidaréis nunca.
Sybilalibros@siyofueralibro
No hay comentarios:
Publicar un comentario