viernes, 19 de julio de 2019

PAISAJE DE OTOÑO. Leonardo Padura

Cuarta novela con el teniente de policía habanero Mario Conde. Es
otoño en el Caribe. No se espera la caída mansa de la hoja, viene
un huracán para arrancarla violentamente. Están en el aire,
literalmente, las viviendas, los árboles, el presente, las ilusiones,
todo.

Conde, a unos días de cumplir 36 años, deberá salir de su inacción
autocompasiva para investigar un nuevo asesinato, aunque tiene
decidido abandonar la policía. Ser un investigador honrado y eficaz,
tras una purga en su departamento es obligación y salvación
personal. Dolorido por lo que fue, lo que es, desesperanzado con el
porvenir –lo único seguro es el próximo viento destructor- , quedan
los amigos y el trabajo.

Tras la revolución castrista de 1959, buena parte de la burguesía
cubana huyó de la isla o, quedándose, perdió sus posesiones. Sus
bienes fueron estatalizados, en beneficio del pueblo, se supone. En
esta entrega el Conde investiga el tráfico de bienes expropiados, el
súbito enriquecimiento de algunos revolucionarios bien situados en
la construcción del socialismo. Como siempre, Padura no ataca
directamente el régimen revolucionario hereditario de su país. No
hace falta, basta con describir la realidad cotidiana para sentir su
fracaso.
La Habana se siente vieja, está herida, pero es hermosa y quiere
vivir. Lo mismo puede decirse de los personajes de la novela, con
los que bebemos ron, valorando la lealtad y la amistad, mientras lo
mismo escuchamos a los Credence que a Formula V, porque la vida
es un disparate contradictorio del que, a veces, gozamos.

260 páginas editadas modesta y correctamente por Tusquets. Leo
la octava edición de julio de 2018; la acción de la novela transcurre
en 1989, fue escrita en 1998.

Luis Miguel Sotillo Castro

jueves, 18 de julio de 2019

UNA BIBLIOTECA DE VERANO. Mary Ann Clark Bremer


Esta autora me vuelve del revés.
Daría lo que fuera por vivir sus experiencias al lado de los libros.
Mary Ann Clark no escribe novelas propiamente dichas, sino que cuenta su vida en anotaciones (Notebooks se denominan en inglés los títulos publicados por Periférica. Este es el volumen I) dotadas de tal elegancia, lirismo y evocación que trasportan al lector sobre una alfombra mágica a su mundo, dejándola aparcada como marcapáginas de sueños en cada uno de los libros que ha leído/hemos leído. Porque los hitos de su azarosa y desgraciada vida los cuentan sus lecturas.
En este están Stendhal, Proust, Verlaine, Defoe (qué significativo es Robinson para el apátrida, el exiliado, el refugiado), Thomas Hardy, Flaubert, Balzac y otros, mayoritariamente franceses ya que el relato se desarrolla en un pequeño y encantador pueblo de Normandía donde la autora se encarga, tras una estancia traumática en el hospital, de reorganizar la biblioteca del palacete de su tío para ponerla al servicio del pueblo, puesto que los nazis destruyeron la comunal tras su paso por la zona.
Esta tarea gratísima para todo amante de los libros sirve a la autora para superar la muerte de sus padres, aliviar su soledad, conocer amigos y hallar un amor tan romántico que ya quisieran los cuentos de hadas.
Las menciones y citas de autores denotan un gusto refinado. De hecho dan ganas de transcribir el librito entero a modo de reseña-glosa, de sentirse un poco como monje de scriptorium cuyo único trabajo fuera anotar glosas al margen de los párrafos para animar a leer esta joya.
Nunca estaré lo bastante agradecida a Periférica por editar la obra de esta autora porque los momentos de placer que me depara su lectura son únicos.
Lo recomiendo encarecidamente. No podéis dejar pasar algo tan exquisito en tan sólo 86 páginas.
Ideal para una tarde de septiembre, con tormenta breve que aromatice el café con notas de tierra mojada.
Sybilalibros


martes, 16 de julio de 2019

SHEILA LEVINE ESTÁ MUERTA Y VIVE EN NUEVA YORK. Gail Parent


Me da vergüenza hacer la reseña de este libro cuando ya en su estupendo prólogo Rodrigo Fresán nos da las claves para disfrutar el doble de su lectura, encuadrándolo en el género literario de “solterona rellenita que intenta realizarse” pero su vida es un desastre: vive en un estado de perpetua dieta infructuosa, sólo le salen trabajos de poca monta, sus amigas tienen éxito y encima tiene que lidiar con una madre hipercontroladora obsesionada con el matrimonio.

Gail Parent recoge el testigo de sus predecesoras de la “chick lit” como Wharton, Dorothy Parker o Lorrie Moore y actualiza el género sentando las bases de lo que luego sería el fenómeno mundial de Bridget Jones.
De hecho, se podría decir que Sheila Levine es una Bridget judía neoyorkina pasada por el tamiz locuaz de Woody Allen pero más trágica y cáustica que su heredera inglesa ya que más que un diario, es una larga nota de suicidio.

He de decir que si bien al principio el libro no me arrancó una sonrisa por ser excesivamente tópico, a medida que va avanzando la aventura vital de Sheila, sus odiseas en los antros del Village y sus experiencias con los elementos a los que se empareja, me he ido enganchando más hasta llegar al climax del momento en que por fin decide suicidarse. Toda la preparación del evento es de antología; por momentos parecía un gag de los hermanos Marx: desquicio en el absurdo más absoluto. Lo que me he reído.

Por último comentar que tal y como se apunta en el prólogo, esta fue la única novela que escribió Parent, cuyo oficio era guionista de series de TV, entre ellas el Show de Mary Tyler Moore o Las chicas de oro, estilo que se aprecia en la estructura del libro y en el ritmo de narrar los sucesos como si fueran gags, lo que hace su lectura muy amena. Es como un monólogo de “stand up comedy” estirado en formato de novela.

La recomiendo a todos los amantes del humor sarcástico, ingenioso, verborreico y negro, porque bromear con el suicidio y salir airosos es de genios. Y judío, muy judío: madres angustiosamente protectoras, padres “maceteros”, operaciones de nariz, la comida y los rabinos, Dios y el sexo. Woody Allen trasladado al papel.

Sybilalibros @YoLibro



lunes, 15 de julio de 2019

ULTIMAS TARDES CON TERESA. Juan Marsé


No puedo. Abandono. Me rindo. 224 páginas he aguantado, soltándolo, cogiéndolo. 
¡Ay señor Marsé! Es usted un orfebre de la palabra, pero esas eternas frases coordinadas, esa escasez de puntos y aparte, esos párrafos que constituyen por sí mismos un relato, acaban conmigo.Aunque lo que me ha tumbado de verdad son los protagonistas. 
No se trata ya de absoluta falta de conexión con ellos y su historia por mi parte. Es que ¡¡¡No los soporto!!! 
Si me revienta el afamado Pijoaparte, niñato charnego y arribista del lumpen del Carmelo barcelonés, Teresa, la pijaprogre pseudointelectual revolucionaria aburrida de su vida acomodada me supera. Y no entro en la imagen del emigrante andaluz que transmite porque arde Troya. 

Me dicen que la he leído ya vieja, que con 20 años hubiera caído rendida a esta historia de amor interclasista. Pero no lo creo, porque apenas me interesa la época de los 60 que narra y mucho menos la confrontación social en la Cataluña del momento. Es una cuestión personal. 
Al margen de esto, sí quiero destacar el valor histórico de la novela, casi diría que fundacional en la literatura de la Transición, todo un hito del que oía hablar de pequeña. 
Y la innegable calidad literaria. 
Aunque me exasperaban las frases sin fin, la adjetivación de Marsé es de cátedra ¡Y eso que era autodidacta!; las descripciones de Barcelona, casi me atrevería a decir que la verdadera protagonista de la novela, y de los personajes son tan ricas, complejas y tan poco convencionales que constituyen por sí solas un aliciente para su lectura. 

Prueben a leerlo y si tienen la suerte de que los personajes no les producen la urticaria que me han causado a mí, disfrútenlo que merece la pena.

Sybilalibros @YoLibro

domingo, 14 de julio de 2019

LA PENSIÓN EVA. ANDREA CAMILLERI


Camilleri es un escritor extraordinario, de oficio. Con ello me refiero a que, como muchos otros, confieren al hecho de escribir un sentido de “lavoro”, con horarios parejos a los de un oficinista, un proceso continuo y diario en el que unas vacaciones consisten en abandonar a Montalbano para escribir lo que le viene en gana. Eso es lo que nos cuenta en el epílogo de este relato/novelita/pasatiempo/reflexión.

Sin salir del entorno mítico de Vigatà (cada vez estoy más convencida que Camilleri es el Homero del s.XX), traslada la acción al final de la II Guerra Mundial, justo antes del desembarco de los norteamericanos, justo cuando tres amigos, Nenè, Ciccio y Jacolino empiezan con los picores adolescentes, justo cuando se abre un burdel serio y de altura en el pueblo, justo en el momento en que todo empieza.

La pérdida de la inocencia, la iniciación al amor y al sexo (ya sea con primos, vecinos, criadas o amables prostitutas) es un subgénero visitado por casi todos los grandes autores y Camilleri no se resiste a la tentación. Tira de recuerdos mitográficos (nos asegura que no son autobiográficos) para recrear historias de meretrices preñadas de candor, amor, humor, profunda religiosidad, desamparo. Unas veces con nuestros Tres lanceros bengalíes (perdónenme la metáfora pero me posee el espíritu burlón del maestro siciliano) otras, con algunos clientes que representan a la sociedad isleña del período.

Pero no nos engañemos. Camilleri nunca abandona su vertiente crítica y al final sale a la luz de la mano de los “libertadores americanos”: bombardeos siniestros, hambre, violaciones, dispersión de familias, enrolamientos desesperados, amigos que se quedan en cunetas…La guerra, sin adjetivos.
Lo que resta al final de esta delicia es una nostálgica reflexión sobre la amistad, la vida, el tiempo que nunca volverá.

Lo he leído en el siciliano original (hay traducción al español) en el que se percibe la tremenda facilidad para narrar del autor, un don que explota sin caer ni en la frivolidad ni en el descuido literario.
Os dejo un párrafo que simboliza el sentido de este relato. Está en la lengua original, pero creo que se entiende bastante bien:

“Mangiare, viviri e ascutare la rissaca con l’amico arritrovato. Che c’era di meglio nni la vita? La guerra era passata, pareva accusì lontana che forse non c’era mai stata veramente. Vuoi vidiri che se l’erano insognata?”

Ni qué decir tiene que lo recomiendo desde el corazón.

Sybilalibros @YoLibro



jueves, 11 de julio de 2019

ÚLTIMA ISLA. Lafcadio Hearn


El libro que hoy os traigo es una de las maravillosas publicaciones que Errata Naturae nos regala en la curiosa colección Pasajes dedicada a aquellos escritores  de principios del s. XX, cosmopolitas, viajeros y viajados, que narraban sus encuentros con lo que aún quedaba de exótico en un mundo cada vez menos íntimo, en un lenguaje cuya seña de identidad era la poesía.

“Última isla” es un relato especial, a caballo entre la novela de viajes y la aventura, la nostalgia antropológica y el drama. En ella se cuenta la tragedia que sufrieron las poblaciones del Golfo de México a raíz del terrible huracán de 1856, el que levantó el mar a tal altura que engulló varias de las islas del Golfo, entre ellas Última Isla, trasformando por completo el mapa de la costa.
El comienzo del libro nos describe un paraíso de hoteles de lujo que convivían con cabañas de pescadores, barcos contrabandistas y sirvientes huidos de la justicia, con un lenguaje vivaz, embriagador como los penetrantes aromas tropicales, demorándose el autor en puestas de sol de naranjado onírico, el verde húmedo de los bayous y el constantemente cambiante mar, nunca azul.
Este vergel babilónico en lenguas y gentes se verá arrasado por la cólera divina en forma de un monstruoso maremoto. La narración de este es tan terrible y a la par tan hermosa que deja las imágenes de la película “Lo Imposible” como una pálida copia.

El día después de la furia celestial desciende el relato hacia la grandiosa pequeñez del Hombre en la figura de Feliu, un pescador español temerario que desafía al mar para salvar a una niñita que flota aferrada al cuerpo inerte de su madre. Él y su mujer la criaran como una hija a la que llaman Chita (de Conchita), título de la novela en inglés.

Desconocía por completo a este autor y me ha dejado boquiabierta cómo maneja el lenguaje, la musicalidad de sus palabras, la exquisita sensibilidad para reconstruir una historia íntima ante la potencia de las fuerzas de la naturaleza a partir de los relatos de los habitantes de la zona.

Lafcadio Hearn, nacido en Grecia pero ciudadano del mundo, es el tipo de escritor hijo del colonialismo del s. XIX, viajero, culto, curioso y amante de las culturas diferentes a la europea. Es renombrado sobre todo por sus obras dedicadas a la mitología japonesa, de la que era un profundo conocedor. De hecho, se hizo ciudadano japonés y cambió su nombre por el de Yakumo Koizumi. Su prosa elegante, inspirada y delicada para con esos detalles que suelen pasar desapercibidos es un regalo para todo lector sin prisas, de paladar educado, que ame el viento en la cara y los verdes horizontes.
Leer “Última Isla” ha sido como ponerse una caracola en el oído y escuchar a la Historia susurrándonos en la voz multilingüe del bayou.

Deseando leer sus obras dedicadas a Japón.

Sybilalibros@YoLibro



miércoles, 10 de julio de 2019

ALTA FIDELIDAD. Nick Hornby

Un tipo quiere ser feliz, ni más ni menos. Es fácil, sólo tiene que seguir un camino marcado, lógico. Debe cruzar un río, la felicidad está al otro lado. No hay puente, pero sí un camino de piedras para pasar sin mojarse. Una y otra vez, nuestro amigo, el protagonista de esta novela, resbala en la misma piedra y se empapa hasta las caderas.
Lo veo con simpatía y alguna indignación: ¡Cómo se puede ser tan bobo! Lo que me enfada de verdad es que soy como él, en algunas cosas. Es torpe, encantador a veces, patético; egoísta y desprendido al tiempo.
Empezamos con recuerdos en Londres, años setenta; adolescencia, primeros escarceos amorosos de nuestro héroe. Como varón, puedo decir que describe bien los miedos y deseos de la edad imposible, entre la niñez y la adultez. Luego nos iremos al presente, en los noventa.
Usted también disfrutará de este libro, aunque no haya sido un eterno adolescente rockpopero. Por eso es una gran novela. Muy buenos diálogos de londinenses creíbles en los años noventa, cuando el Rock ya era viejo y estos, sus devotos irredentos, peterpanes treintañeros, incapacitados para volar.
De canción a canción, entre amores y amistades, nuestro hombre bracea para no hundirse en las aguas mansas, grises, de la vida cotidiana. Los días duran mucho más que una canción de Elvis Costello, sin ninguna necesidad.
Novela totalmente recomendable, de 1995. 280 páginas musicales, divertidas, chuscas, profundas, leves; fragmentos tarareados de una vida.
Hay deliciosa película protagonizada por un impagable John Cusack que recomiendo vivamente.

Comentario de Luis Miguel Sotillo Castro.

sábado, 6 de julio de 2019

CENSURA EN EL MUNDO ANTIGUO. Luis Gil

El libro comienza con tres prólogos de otras tantas ediciones; escritos en 1960, 1984 y 2007. En ellos habla de la triste autocensura, de cómo durante el franquismo la gente debía saber leer entre líneas. Plantea la cuestión de si se puede desarrollar una
actividad profesional honrada y rigurosa bajo una dictadura. La respuesta es sí. Más polémico es lo siguiente. Afirma que buenos profesores fueron apartados, preteridos para posibles ascensos,
durante la transición. La excusa, que habían trabajado bajo el franquismo; la verdad, que se hizo para dar cabida en las élites universitarias a gente más joven, menos preparada pero con contactos políticos.

La manipulación de la literatura es tan antigua como su creación y difusión. El señor Gil nos cuenta cómo, en busca de prestigio, ciudades que no habían participado en la guerra de Troya,
manipulan La Ilíada para incluirse en el catálogo de las naves aqueas. Desde entonces, los autores han sido perseguidos o lisonjeados, al albur de las necesidades políticas, religiosas, propagandísticas de los poderosos. Poetas, filósofos e historiadores en la mesa del príncipe o en la picota. Libros, a veces sus autores, en el lecho de Procusto. ¡Qué antigua es la quema de libros!

Leemos sobre la censura, motivos y métodos, en la Grecia de los tiranos, también en la democrática; en la Roma republicana, también en la imperial; en el bajo imperio que persigue cristianos, en el imperio romano cristiano que persigue a los paganos.
Desde Hesíodo a Justiniano. Mil doscientos años de historia apasionante, triste y gloriosa de las letras. ¿Cuánto hemos perdido, de coétaneos de Tucídides, de Virgilio, de Agustín, por la labor censora, destructiva del hombre, además de por su incuria? No lo sabemos; en este libro pensamos sobre ello, aprendemos.

Leo la edición de Alianza de 2007, 478 páginas.
Luis Miguel Sotillo Castro

jueves, 4 de julio de 2019

JUNTOS, NADA MÁS. Anna Gavalda


No se me ocurre mejor presentación para este libro que la de festín de buen rollo, con lo que ya valdría para apuntarlo rápidamente en lista interminable.

Pero es que además es una novela tierna, trágica, diferente, vital, con unos personajes tan entrañables que te los querrías llevar a tu casa para siempre.
La habilidad de Gavalda está en dejarlos a su aire, sin ponerles cortapisas, permitiendo que se tropiecen con la realidad, fracasen o se hundan; no los juzga ni censura, ni los protege. Pero sí los ama.

¿De qué va esta novela? Pues ni más ni menos de lo que expresa el título: Juntos, nada más. Es decir, de tres personas que por una apuesta del destino acaban viviendo juntos en un piso destartalado, noble pero venido muy a menos, tanto como su cuestionado propietario, Philibert.
En principio, lo único que tienen en común Franck, Camille y Philibert es el desarraigo familiar: los tres han sufrido infancias desgarradoras, han crecido sin amor en familias disfuncionales y su madurez hace aguas por todos lados. Cada uno afronta sus carencias con respuestas que los aíslan aún más de la sociedad: Philibert tartamudea compulsivamente, se comporta como un felpudo  y es incapaz de encarar la realidad.
Camille se autocastiga arrancando de sí lo único que la hace feliz y ser persona, la pintura, mientras va añadiendo capas a la coraza impenetrable que ha construido a su alrededor. En cambio el expansivo Franck combate todas sus frustraciones con una gran agresividad verbal y un mal llevado desprecio hacia las mujeres.

El catalizador de estos espíritus afligidos es el piso de Philibert, suspenso en el limbo de una herencia, donde la convivencia que se ha autoinvitado por capricho del azar irá sanando heridas y abriendo puertas. Y en este espacio que no es de nadie pero sí de todos es donde Gavalda da muestras de su genialidad en el uso de los recursos narrativos: son fantásticos los monólogos interiores de los protagonistas, sobre todo los de Franck; es deliciosa la manera de Camille de expresar sus sentimientos, a través  de esbozos y pinturas que va regalando a todos, ella, que no es dueña de nada, ni de su propia vida ni  su destino; ambientes y situaciones se construyen a base casi exclusivamente de diálogos, estando prácticamente ausentes las descripciones, algo que me encanta, aunque a algún lector tal esquematización puede que lo descoloque. Pero lo que más me gusta es el humor ingrávido que recorre toda la novela, porque podría haber caído en los tópicos de la convivencia, pero lo que hace es reconstruir a las personas desde la sonrisa tierna, incluso en los momentos más trágicos, que los hay a montones.

Finalmente, alabar la fantástica traducción del francés coloquial plagado de modismos, sobre todo en el personaje de Franck.

Hay película con Audrey Tautou que, aun siendo encantadora, recorta bastante argumento y situaciones más dolorosas, para quedarse casi en una fábula amable donde los personajes pierden consistencia.

Novela francesa, francesa, llena de sentimientos, todo un fenómeno en el país vecino. Para leer de un tirón en esa fabulosa bañera de patas de león del s. XIX de Philibert.
Recomendación con triple signo de admiración.

Sybilalibros@YoLibro

martes, 2 de julio de 2019

EL CASO COLLINI. Ferdinand von Schirach


Un más que interesante descubrimiento este abogado/escritor.
Libro de los que no puedes soltar, sobre todo el último tercio (yo me lo he leído en 1 día), redondo en sus precisas 149 páginas, bien escrito, con un estilo conciso y sin florituras porque no las necesita.

No voy a contar el argumento porque está íntimamente ligado a la sorpresa final (no leáis sinopsis de contraportada, por favor) pero sí os puedo decir que un hombre intachable asesina a sangre fría a otro, se entrega pero no quiere defensa ni contar el motivo de su crimen.
Turno ahora para el abogado de oficio al que el caso se le convierte en un dilema profesional al conllevar implicaciones personales inesperadas.
Ahí lo dejo. 

Nada pesado, teniendo en cuenta su formato de instrucción de un caso, es de esos libros que te hacen reflexionar sobre la Justicia. De hecho, en el momento de su publicación, supuso una convulsión en el sistema judicial alemán.
Y con estas premisas sólo me queda desearos que lo disfrutéis tanto como yo.

¡Ah! Von Schirach es conocido por dos volúmenes de relatos criminales, “Crímenes" y "Culpa”, también editados en Salamandra que están pidiendo a gritos una lectura ya.

Sybilalibros@YoLibro


lunes, 1 de julio de 2019

EL MISTERIO DE LA CRIPTA EMBRUJADA. Eduardo Mendoza


La segunda novela de E. Mendoza tras el inesperado éxito de su debut con “La verdad sobre el caso Savolta” obedece, como el mismo autor confiesa en el prólogo, a una necesidad de distanciarse del maremágnum en el que se vio envuelto y superar el bloqueo ante la página en blanco.
La catarsis le condujo a un divertimento disparatado, enraizado en la picaresca española que, en vista de la gran aceptación obtenida, seguirá cultivando a intervalos para deleite de sus seguidores.

Para ello, retoma a ese personaje oblicuo y desconcertante del Caso Savolta, sin nombre porque los reúne todos, un lunático adicto a la Pepsi-Cola internado en un manicomio, al que recurre el jefe de policía para la resolución de un caso de desaparición de adolescentes en un internado de “niñas bien”.

La enrevesada trama de entradas, salidas, despistes, historias paralelas, típicos de un vodevil, sirve a Mendoza de excusa para algo que le es muy querido: contar Barcelona, desde el aristocrático S. Gervasio hasta los prostíbulos del Raval, durante los convulsos momentos de nuestra recién estrenada democracia.

La diversión, más que por la propia historia en sí, de escasa chicha, viene dada por la pericia de saltimbanqui del autor en el uso del anquilosado lenguaje leguleyo que gasta el loco, alcanzando  momentos de desternillante paroxismo, y por surrealistas situaciones impropias de una investigación policial de forma que, cuando te quieres dar cuenta, sigues a ciegas a este nuevo Lazarillo de las Ramblas, que destila amargura y ternura a partes iguales, llegando incluso a profesar su cordura.

Aparquen un ratito la formalidad y déjense llevar una tarde (sus 200 páginas se beben con un largo café) por la sana demencia, como afortunadamente hizo el autor para regocijo propio y de sus lectores.
La recomiendo para forofos de Mendoza, de Barcelona, de  personajes descabellados y para echar un buen rato tras un día atravesado.

Sybilalibros@YoLibro

LAS DOS CARAS DE LA VERDAD. Michael Connelly

Connelly ha creado y mantenido durante casi tres décadas un
detective vivo, plenamente creíble. Nos engancha con la
profundidad compleja del personaje, con mimo del detalle,
exposición clara de tramas. Mostrado todo con claridad y ritmo
trepidante.

El detective Harry Bosch en 2017. Han pasado varias décadas,
muchas novelas, desde que ingresó en la policía de Los Ángeles a
su vuelta de Vietnam. Se acerca los 70 años, trabaja como
voluntario sin salario para la policía de San Fernando, ciudad del
condado de L.A. Lo suyo es pasión, vocación, misión. Nada en un
mar de soledad, en el que se mantiene a flote por el amor de su
hija.

En tantos libros, hemos visto todo tipo de crímenes, con sus dosis
de sociología y política adecuadas, que hacen verosímil cada
historia. En esta entrega conocemos la drogadicción con fármacos
legales; su trapicheo, mafias, corrupción. Zombies de la oxicodona,
farmacéuticos y médicos corruptos. La redención es posible, pese a
la dureza, como de diamante negro, de la desintoxicación. También
recibirá Bosh un ataque desde el pasado, con la revisión tramposa
de un caso suyo de treinta años atrás. La maestría para combinar,
alternar tramas y episodios menores es marca Connelly.

Recomiendo las novelas de Bosh desde la primera, El eco negro,
de 1992; aunque pueden leerse sueltas, cada una tiene sentido por
sí misma. Esta la edita Alianza Editorial en 2019, 374 páginas
intensas.
Luis Miguel Sotillo Castro

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