jueves, 26 de noviembre de 2020

TRISTÁN E ISEO

 

Los trágicos amores de Tristán e Isolda nos siguen seduciendo porque contienen todos los ingredientes de una gran historia: pasiones desatadas, celos enconados, traiciones, adulterio, dragones, caballeros andantes, lealtades, nidos de amor en bosques musgosos... Pero, por encima de todo, el amor más desesperado de literatura europea.

 Este librito es una estupenda oportunidad para conocer la leyenda en su totalidad y de una manera asequible, ya que la editora, Alicia Yllera (catedrática de Filología Hispánica y traductora del francés medieval) ha optado por una redacción de esta en castellano actual, lo cual se agradece porque no todo el mundo está habituado al modo de escribir medieval.

Su gran logro consiste en reconstruir la historia a partir de los diferentes fragmentos recibidos de los juglares del s. XII, así como del texto posterior en prosa, dándoles una cohesión interna.

Cuenta con excelente introducción donde desvela los oscuros e inciertos orígenes de la leyenda y, para mí, lo mejor, las sorprendentes conexiones con leyendas persas trabadas a través de juglares andalusíes. Todo un hallazgo.

 La recomiendo para fanáticos del mundo Artúrico como servidora, de la refinada cultura medieval, amantes de la caballería andante, de los amores "fous" (locos), y para cualquiera que quiera pasar un buen rato de evasión y ensoñación.

P.D: Nada de escenitas ñoñas de amor cortés. Aquí hay "tela que cortar". Ginebra y Lanzarote, unos cartujos.

 Sybilalibros

UNA EDUCACIÓN LIBERTINA. Jean-Baptiste Del Amo.

 


Repugnante. Viscosa. Sórdida. Visceral en el sentido más estricto del término.

Así es “Una educación libertina”, el descenso a los infiernos de la depravación de Gaspard, un joven campesino que huye del lodazal de su hogar bretón, buscando elevar su condición, para caer en el no menos limoso París del s. XVIII. En su medrar tropieza con el conde Étienne de V., un aristócrata disoluto y manipulador, apóstol del libertinaje, que se le prefigura como el pasaporte para los salones empolvados que tanto anhela pero que lo hundirá en la esclavitud de la carne de donde emergerá un nuevo Gaspard.

Enésima biografía del arribista, tema muy querido por la literatura francesa, que ofrece preclaros ejemplos en “Rojo y Negro” de Stendhal o “Bel Ami” de Maupassant en el XIX, pero que tiene sus raíces en el XVIII, el llamado Siglo de las Luces, que sólo brillan en las arañas de Versalles mientras que en el resto de Francia reinan las sombras, la ignorancia, la vileza y la degeneración bajo una ampulosa peluca y un estratégico lunar capaz de ocultar al villano más ruin, como bien demuestra el autor.

Digno heredero de P. Süskind, del que se reconoce deudor, sobrepasa con creces la repulsión de “El perfume”, violentando los jugos gástricos del lector en demasiadas e innecesarias, a mi modo de ver, ocasiones. Sus descripciones son groseras, sucias y reptiles, elevando lo obsceno a categoría de sublime. Sirva de ejemplo:

“El olor del Faubourg era sofocante de principio a fin. Hedía a sudor, pero también a una cohorte de tufos combinados. Olores de alientos agrios, de podredumbre, de animales a piedras y maderas húmedas, a orina, a col, a cuchitriles nauseabundos, a heces, a espumarajo de caballo, a pelo de perro, a pieles sarnosas, a sexos corrompidos, a cuerpos ulcerosos, a esperma rancio. En ciertos lugares, parecía que se penetraba la vagina sifilítica de un París impunemente abierto por sus tripas, de puro intenso que resultaba el relente visceral.”

Y esto es lo más suave.

¿Qué me empujó a continuar leyendo?

Del Amo es un mago de las palabras, juega con ellas, las teje según la partitura evoque el aterrador Sena, los prostíbulos de Montmartre, una comedia en L’Opera o el deseo concupiscente de la miseria humana. Cuando te das cuenta, estás atrapado en esa tela de araña y deseas saber cómo saldrá Gaspard de esa inmundicia.

Creo que ése es el factor que le ha hecho acreedor de los principales premios literarios en Francia, entre ellos el Goncourt en 2009. Y que la novela presenta el lado más sórdido del libertinaje, desmontando la imagen de oropel que teníamos por el seductor y brillante Casanova o el inteligente Valmont, acercándose más al malsano Sade. Sería la cara “gore” de la moneda, mientras “Las amistades peligrosas” sería la “chic”.

Mención aparte merece la traducción de Lydia Vázquez Jiménez, un auténtico “tour de force”, dado el extenso y riquísimo vocabulario del que hace gala el autor, como confiesa la traductora en la interesantísima entrevista con Del Amo al final del libro. Exquisito detalle de Cabaret Voltaire que podría servir de ejemplo a otras editoriales. Eso es mimar y personalizar una edición.

¿Recomendable? Depende de los intereses, el nivel cultural y el estómago de cada uno.

¿Me arrepiento de haberla leído? No, no ha sido ninguna pérdida de tiempo. Es un goce encontrar tal nivel en el manejo del lenguaje y he perdido algún kilito al quitarme las ganas de comer.

¿Leería otra obra de este autor? Rotundamente no, a menos que abandone sus gustos por las pústulas, lo escatológico y la complacencia en lo obsceno de la mugre, cosa que dudo tras leer la entrevista, pues su objetivo es chocar al lector.

Sybilalibros

LOS HERMANOS ASHKENAZI. Israel Yehoshua Singer

 

Estamos ante uno de esos libros que hay que leer sin prisas, entre otras cosas porque son más de 600 páginas y con sustancia, calentándolo en el butacón de orejeras como si de una copa de coñac se tratara. En la órbita de las “Memorias de un europeo” de Zweig, pero novelada, es de esas lecturas que te enseñan muchísimo sobre la historia contemporánea europea sin que te enteres. Una historia además muy desconocida para los que no ofician en la materia, ya que la mayoría sólo sabe de Polonia por su desgraciado protagonismo durante la 2 G.M.

Singer nos relata precisamente el período anterior a la invasión nazi, desde los albores de la revolución industrial hasta el período de entreguerras a través de las vicisitudes de una saga familiar, estructura muy querida a los escritores judíos, protagonizada por unos hermanos gemelos nacidos en el intransigente jasidismo, los eternos Caín y Abel trasladados a Lodz, la ciudad industrial más pujante de ese no-estado, no-nación que fue Polonia hasta 1918.

Lo de hermanos del título es casi un decir, porque el ochenta por ciento del peso de la novela recae sobre el intrigante, ambicioso, astuto, desalmado, déspota y egoísta Simjat Meir, mientras que el noblote, simple, directo y casi primario Yankev Bunnem sólo asoma de vez en cuando en desacuerdos y enfrentamientos con su desnaturalizado hermano. La vileza, las traiciones y la perversidad para con los suyos serán las losas que construirán el camino que conduce a Simjat de renegar de las directrices paternas que lo condenaban a una vida de estudioso jasidí a convertirse en el empresario más poderoso de Lodz.

Esta agitada vida no es más que el hilo conductor para una interesantísima recreación novelada del proceso de industrialización en Lodz, desde sus comienzos con los telares manuales hasta la introducción del vapor, sazonado con una rica mezcla poblacional que incluía judíos, rusos, alemanes, polacos; los primeros movimientos obreros, los abusos del capital, la sempiterna traición de la burguesía, el paulatino ascenso del marxismo de la mano de los judíos precisamente, para terminar en los pavorosos efectos de la I GM y la Revolución Rusa sobre esta importante población y por ende sobre toda Polonia.

Y todo desde la óptica de alguien que conoció algunos de esos sucesos de primera mano, y que, al igual que los protagonistas, renegó de los anquilosados y  excluyentes valores ortodoxos de su familia jasidí y optó por ser un ciudadano del mundo sin dejar de ser judío ni de reivindicar el yiddish, su lengua y en la que escribe sus obras.

No es mucho lo que se sabe de Israel Singer, eclipsado por la figura de su hermano, el premio Nobel Isaac Bashevis Singer,pero sí conocemos de la pertenencia a la izquierda judía de su país, Polonia, de su viaje a la URSS para conocer de primera mano el ansiado paraíso socialista y de su horrorizado desencanto al presenciar la barbarie a la que se entregó el proletariado. Aunque su principal labor la desarrolló como periodista en Europa y EEUU, sus experiencias, ideas y opiniones han quedado también plasmadas en sus novelas.

          Para mí ha sido un auténtico placer descubrir una sociedad tan rica, heterogénea y a la vez tan pisoteada como la polaca en este período histórico, confinada habitualmente a su papel de estado-tapón entre Rusia y Alemania y vapuleada por ambas potencias. Conmueve hasta el tuétano ver cómo esa Polonia castigada, a la hora de constituirse por fin en estado con el nacionalismo por bandera, comete las mismas e incluso peores tropelías contra su pueblo, en particular contra los judíos, para así tener la ansiada entidad propia dentro de Europa. La descripción del pogrom realizado en la ciudad de Lvov pone los pelos de punta. Nada que envidiar los de los nazis ni los estalinistas que sufriría después en la II GM.

Y a pesar de algunos síntomas de cansancio tras su ingente número de páginas, me he emocionado con el excelente final, tan inteligente, tan coherente como poco agradador con el lector buenista. Ahí es donde se percibe la talla de un escritor.

Absolutamente recomendable como testimonio vivo de la historia europea, para cura de racismos, nacionalismos y demás sarampiones que afectan a los que desconocen su propia historia o se tragan la que le enseñan envuelta en nubes de azúcar.

 Sybilalibros

 

miércoles, 11 de noviembre de 2020

LA BUSCA. Pío Baroja

La Busca, primera parte de la excepcional trilogía “La lucha por la vida” (las siguientes: Mala hierba y Aurora Roja) narra la progresión descendente de Manuel Alcaraz, un chico de provincias que va a la capital a buscarse la vida, pero sólo le sale al encuentro la mala. Su apatía natural hace que se deje llevar por las circunstancias y  por gente de mal vivir aunque no tenga alma de maleante.

Así que toca arremangarse las enaguas, ajustarse el mantón y ceñirse el chalequillo.

Viviremos en pensiones tan estrechas y oscuras que sorberemos el cocido a tientas en el pasillo.

Dormiremos en suelos de corralas apretujados contra golfos y modistillas. No habrá qué comer, pero sí calentaremos nuestras tripas con aguardiente de navajas en tabernas del Manzanares.

Si habemos dos duros, tomaremos café en el Lisboa y luego iremos al baile de las Vistillas con la Rabanitos y la Fea. Si los bolsillos están carpantas, apandaremos unas tiras de encaje o un fardo de crespón con los randas Vidal y el Bizco, a ver si lo colamos al trapero del Rastro.

Si hay que najarse (¡moler!), a pasar la noche en las cuevas del Cerro de los Santos y ya mendigaremos a las “marquesas” de la Doctrina un mendrugo tan duro como su corazón.

Aprenderemos un oficio en el que se cobra en desprecio, sufriremos hambre, frío, traición y abandono, pero habremos conocido el verdadero Madrid de la Restauración.

Y mientras, reprimiremos las ganas de darle un zamarreón a Manuel y decirle que espabile, porque no son más que el reflejo de la maestría de Baroja a la hora de retratar a sus personajes y abocarlos a las más sórdidas de las situaciones para luego dejarles respirar unos minutos fuera del cieno.

Cualquier autorzuelo actual megaventas llenaría 500 folios regodeándose en palabras vacías para construir una novela así. Don Pío, con cuatro pinceladas vibrantes, un léxico riquísimo, un conocimiento verdadero de los suburbios de Madrid (pues los vivió de cerca) y de su habla, nos regala una obra maestra de 190 páginas en la que palpita ese impulso Regeneracionista tan característico del autor como de la Generación del 98.

ABSOLUTAMENTE IMPRESCINDIBLE para los madrileños que se sientan orgullosos de serlo, para los que amamos de lejos esa Villa y Corte de los Milagros; para los amantes de la literatura con mayúsculas, los curiosos del habla de los bajos fondos y de los cambios sociales de la España de finales del s. XIX. Toda una amena y fiel lección de historia. 

Y a los que se pirran con el jamón york de Dickens, les invito a que prueben el realismo social “pata negra” patrio. Ni punto de comparación.

¡No se pierdan las continuaciones!

 ADENDA: Yo he leído una edición infame de El Mundo que andaba por casa, con más fallos de tipografía que la carta de un loco. Si tienen oportunidad, háganse con una buena edición porque la obra lo merece.

Sybilalibros

 

 

 

CARPE DIEM. Saul Bellow

Tenía grandes expectativas con este renombrado autor norteamericano, Nobel por más señas, pero este primer contacto no las ha colmado.

Carpe Diem (Seize the day en inglés) narra la desesperación de un típico hombre fracasado, Tommy Wilhem, que ha perdido trabajo, familia y estima, por tomar el último tren, aquel donde se cifran todas las esperanzas marchitas.

Condensada la acción en un sólo día en el Nueva York de posguerra, somos espectadores de los patéticos esfuerzos de este grandullón, sobrepasado por los reveses de la vida como un párvulo, por conseguir el respeto y el apoyo de su padre, eminente doctor judío cuya única fe es el trabajo y el dinero, pero del que sólo obtendrá desprecio y lástima. Eso le llevará a tirarse en los brazos del primero que enciende una luz para su oscuridad: el inefable profesor Tamkin, supuesto psicoanalista que le ofrece la pastilla del “carpe diem” en la Bolsa.

Novela corta, de apenas 160 páginas, estructurada como una espiral descendente, conjuga  en sí varios géneros: la fábula filosófica para mostrar la soledad existencial de la gran ciudad donde pululan oportunistas ávidos de jóvenes huérfanos de referentes tras la pérdida de valores que supuso la II Guerra Mundial; la crítica acerada al modo de vida judío (Bellow es judío) basado en la excelencia por encima de todo y el retrato íntimo de almas angustiadas. Esta diversidad de planos hace que la lectura se detenga a menudo en párrafos que te hacen ausentar de Broadway un rato para deambular por tu propio interior:

"Hay algo que debería tener claro a estas altura: ganar dinero es un acto de agresión. Eso es todo. La explicación funcional es la única que vale. La gente va a la Bolsa a quitar de en medio a sus rivales. Dicen: Me los voy a cargar a todos. No es casual. Sólo que no tienen valor para cargarse de verdad a alguien, y lo hacen simbólicamente. El dinero. Matan con la imaginación"

Carpe Diem, auténtica apología del perdedor con final sobrecogedor, no termina de cuajar en el corazón del lector, a pesar de la inteligencia escritora de Bellow. Supongo, ya que es la única que he leído de él, que se debe a su juventud en el corpus del autor, como si fuera un ensayo de otras novelas suyas posteriores que han alcanzado el Olimpo de la Literatura.

Aún así, me ha dejado el suficiente regusto como para querer acercarme a otras obras de Bellow y para, desde esta humilde tribuna, recomendar su lectura.

Sybilalibros

 

 

 

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