jueves, 11 de abril de 2019

AGUA VERDE, CIELO VERDE. Mavis Gallant


La novela que hoy os comento es un bocado extraño y exquisito, el descubrimiento que nos ha regalado Impedimenta este año de una autora apenas conocida en España por falta de edición pero sí muy reconocida en el mundo anglosajón, entre los más delicados degustadores de relatos.
Leer a Mavis Gallant me ha supuesto adentrarme en un universo donde el lenguaje es tratado con mimo y proporción, desvelando una escritura que me recuerda a las delicadas pinturas japonesas en las que cada equilibrado trazo refleja un infinito de sentimientos, proporcionando así un intenso placer al lector que refrena a sus ávidos ojos y los obliga a caminar descalzos sobre esa alfombra de palabras escogidas.

Pocas veces me ha ocurrido esto, entre ellas, leyendo a Alice Munro quien, como comento en la reseña, considera su maestra a M.Gallant. Poco más se puede añadir.

“Quien carece de un país emocional puede considerar a otra persona su casa” Mavis Gallant

De nuevo una estupenda sorpresa hallada entre las novedades de la biblioteca. Me atrajo el título: rotundo, colorido, evocador y desde luego con grandes promesas de un lenguaje cuidado, poético y sensorial. Y también, a qué negarlo, una pictórica portada de Impedimenta. Después, mientras leía, me di cuenta que estaba ante una escritora extraordinaria, con gran dominio de la palabra, artífice de novedosas estructuras narrativas y poseedora de una sensibilidad especial para adentrarse en el espíritu humano, en esas debilidades que lo hacen tan atractivo.

Investigué y hallé a una reconocida autora canadiense de relatos de los años 50, publicados en su mayoría en “The New Yorker”, admirada sin fisuras por autores anglosajones, que sin embargo prefirió una vida en París alejada de ese mundo, y de la misma calidad literaria que la afamada Alice Munro. De hecho Munro la reconoce como su maestra en el difícil arte del relato.
No puedo opinar sobre sus cuentos porque los acaba de publicar este año 2019 Lumen, aunque espero leerlos pronto. Pero sí puedo comentaros la gozada que ha sido la lectura de esta su primera novela (sólo escribió dos) editada en España gracias a Impedimenta.

“Agua verde, cielo verde” es una novela hija de su tiempo, escrita en 1959, en un momento en que la clase media norteamericana buscaba reinventarse -caducos ya los valores heredados de la guerra- donde se narra la historia de unas relaciones atormentadas: Bonnie, una  madre separada de mediana edad proveniente de una potente familia de valores tradicionales, recorre Europa con su hija adolescente Flor en un vano intento de llenar los vacíos que arrastra su inadaptada y esnobista existencia.
 Venecia y Cannes son testigos de la confusa relación que mantienen madre e hija. Bonnie proyecta sus deseos y frustraciones en Flor que, empujada por su madre, intenta construir en París la familia que les retire de su nómada existencia con un matrimonio y un marido que siente como ajenos desde el principio. Esa alienación hundirá a Flor en la locura.

“Agua verde, cielo verde” está narrada a cuatro voces (Bonnie, Flor, su marido y su primo) y construida a base de monólogos interiores que se solapan sin terminar de proporcionar al lector una imagen completa de la historia, de forma que ésta queda como craquelada, con grietas, al igual que las frágiles emociones que conectan a estos personajes desarraigados. Estará en el lector si rellenar o no esos huecos intencionados con su imaginación.

Autora absolutamente recomendable: inteligente, hábil, que se sale de lo convencional, con un lenguaje inspirado, a la que volveré en cuanto pueda a pesar del poso de pesimismo y desconcierto en el que me ha sumido esta novela.

Sybila @YoLibro


martes, 9 de abril de 2019

EL MURCIÉLAGO. Jo Nesbø

Espero no recibir demasiados cates por el comentario a mi primera lectura de Nesbø, pero los que ya me conocéis sabéis que escribo lo que pienso y no me caso con nadie 
Primera novela que leo del afamado autor de novela negra nórdica y he de decir que si bien está entretenida, no me ha entusiasmado.
Me cuentan mis amigos forofos/exégetas de Nesbo que las dos primeras novelas de la serie del detective Harry Hole poco tienen que ver con el resto de su obra: son menos crudas y el protagonista está a medio cocer, que el cambio de registro viene con la tercera de la serie, Petirrojo. Pero como me habían recomendado comenzar por la primera, pues es fundamental para entender al personaje, yo he obedecido.

Aun a riesgo de condena por parte de la curia nésbica, voy a dar mi opinión, que de eso trata esta página, de comentar nuestras lecturas.
He visto una trama bien urdida, un caso de asesinato un poco traído por los pelos para plantar al detective en las antípodas, una ambientación australiana atractiva y cuidada y un conjunto de subtramas propias del género con sustancia, que cumplen su función de distracción del meollo y alargan la novela.
Pero creo que el relato falla en los personajes, que no me termino de creer. Presentados desde una fría distancia (no sé si es el estilo Nesbo o la corriente del fiordo) me provocan nula empatía, especialmente quien debería ser el gancho que empuje a la lectura, el detective Harry Hole. Lo he visto demasiado arquetípico (estoy harta de detectives alcohólicos, taciturnos y con traumas familiares) y con poca sustancia. Supongo que en futuras novelas crecerá como personaje hasta devenir en el fenómeno de masas en el que se ha convertido.

Por último, “la maldición de Cassandra” ha vuelto a visitarme y descubrí al asesino apenas pasadas las 100 páginas (eso, o que el autor es poco hábil en el camuflaje del “malo” y en los enredos de subtramas) con lo cual, las 200 y pico restantes han sido de “a ver qué se inventa ahora”.

Con todo, volveré a intentarlo con la famosa Petirrojo, porque no puedo creer que mis leídas amistades me hayan recomendado un puf. Entonces tendré más argumentos para valorar como se merece esta serie, espero.
Sybila @YoLibro

EL HEREDERO. François Vallejo

Adelanto ya que la novela que hoy os traigo no es ni fácil ni agradable, pero sí interesantísima por la forma en que está escrita, toda en presente; por la maestría de su autor a la hora de dibujar caracteres y llevarlos a las últimas consecuencias y por lo que supone de sabia mezcla entre la novela histórica y el thriller psicológico.
Para aquellos lectores que busquen algo que se salga fuera de lo común, F. Vallejo es su autor.

Novela turbadora, asfixiante, tan opresiva como las nieblas bretonas donde tiene lugar, pero tan magnífica como su paisaje.
Ambientada en la Francia de las revoluciones liberales del s.XIX, El Heredero, que bascula entre la novela histórica y el thriller psicológico, cuenta la traumática relación entre el joven barón de l’Aubépine que tras la muerte de su padre vuelve de París para tomar posesión de sus tierras en el Oeste, y Lambert, el guarda de caza que atiende la hacienda con celo secular.

El relato se articula alrededor de la confrontación de caracteres entre el amo y el siervo. Mientras que el nuevo barón se nos aparece como un idealista perturbado, empeñado en romper con los antiguos valores que sostienen la nobleza bretona y en desmontar el nuevo imperio francés implantando una utópica República alentada por Victor Hugo, al que pretende traer del exilio, el fiel Lambert, paradójicamente, representa el viejo orden social previo a la Revolución Francesa, el apego a la tierra, la necesidad de que haya un señor y un servidor para que las cosas funcionen.
La desconfianza y tensión iniciales se vuelven insoportables a medida que avanza la narración, crece la intimidad entre ambos personajes (muy a pesar de Lambert) y afloran las obsesiones de cada uno: la depravación sexual del barón frente a la jauría de perros de caza del guarda abocará a un desenlace trágico.

Escrita toda en presente, con abundantes monólogos interiores que construyen la acción, busca y consigue desarmar al lector, cogerlo desprevenido ante los acontecimientos y a la par, envolverlo en una atmósfera claustrofóbica de forma que acabe casi empujando al personaje a tomar decisiones con tal de salir de ese encierro de tinta y papel.
Es la magia de la buena literatura, una escritura sabia, certera, combinada con el extraordinario manejo de la psicología de los personajes.

Largamente premiada en Francia, “El heredero” es una novela más que recomendable y una experiencia literaria distinta, aunque poco agradable dados los hechos que se narran, pero que no deja indiferente. 
Sybila @YoLibro

LA TIENDA DE ANTIGÜEDADES. Charles Dickens

Novela anticuada, pues muestra el bien y el mal como categorías claramente distintas, sin ambigüedades. Hoy, relativizamos la bondad con incomodidad ante ella; intentamos comprender la maldad con una sonrisa autosuficiente, de enterados. Hay que ponerse en 1840 y 1841, cuando Dickens publicó esta novela por entregas (Este modo de publicar se nota en los finales expectantes de los capítulos, como el “continuará” de las series televisivas). Los lectores entonces tenían un sistema de creencias; podían ser críticos con él, pero pensaban que debía existir. Lo bueno es que el libro es claro, blanco y negro; lo malo es que encontramos los personajes caricaturescos, simples.
La niña Nell se ve urgida a escapar de Londres con su abuelo. Conocerá gente variada, sedentaria y ambulante, virtuosa y pícara; será buscada, perseguida por benefactores y malhechores. Viajará caminando o en carruaje por el paisaje inglés. La descripción de los suburbios industriales, con sus humos y fuegos, nos hace pensar en los infiernos de El Bosco; los campos abiertos, la naturaleza, nos evocan a los paisajistas bucólicos ingleses.

The old curiosity shop es sentimental, por lo que ha sido denostada, cierto. Mas los palos de Dickens a la Justicia, a las desigualdades sociales, al juego, al alcoholismo, al puritanismo, a la hipocresía están aquí. El humor del autor hace sonreír en cada página, también la ironía, incluso sobre sí mismo.
¿La recomiendo? Atrévanse con estas 860 páginas si ya han disfrutado de “Los papeles del club Pickwick”, “Casa desolada”, “Tiempos difíciles”, “Historia de dos ciudades” y “Grandes esperanzas”.
Leo la edición de Nocturna, primera de enero de 2017, bonitamente ilustrada. Me ocurrió lo siguiente: Procuro leer novelas con la información previa mínima, para que no me las destripen. Pues hojeando este libro antes de comenzar su lectura, vi la última ilustración… que desvela el destino de la protagonista. No hagan lo mismo.

Comentario de Luis Miguel Sotillo Castro.

jueves, 4 de abril de 2019

CITA EN SAMARRA. John O’Hara


La famosa "Generación Perdida", que así llamó Gertrude Stein a ese grupo de escritores norteamericanos de los años 20 que dieron el golpe de timón final para liquidar cualquier resto de la literatura del s. XIX, no consiste solo en los grandes nombres como Faulkner, Hemingway o Fitzgerald. Contempla también otros autores y autoras menos famosos pero igual de sensibles a los problemas existenciales que planteaba el nuevo siglo. Entre ellos está John O'Hara, cuya carrera se desarrolló mayormente entre prensa y guiones de cine, pero que nos dejó pequeñas joyas como esta que os comento hoy en el ámbito de la novela. Os lo recomiendo vivamente por la fuerza de su escritura así como por el magnífico análisis social de la época.

"Cita en Samarra" es un brillante título para un libro desasosegante.
Si esperaban arriesgadas aventuras, pasiones desatadas, espías sibilinos de Saladino, erraron las coordenadas, porque la acción de esta novela se mueve en los años 30 por pequeñas ciudades de la vieja Pensilvania; alterna en “clubs de campo” donde los cachorros de la  burguesía provinciana presumen de coche, dinero y mujer al tiempo que  brindan con néctar escocés por el sueño americano como si la Depresión afectase sólo a mineros holandeses y a judíos cuyo oficio es deshonrar buenos  barrios.

Pero los vapores etílicos no consiguen volatilizar la verdadera historia.

Cita en Samarra es la crónica de una muerte anunciada por un dry martini con hielo lanzado a un poderoso empresario católico; es la radiografía de un matrimonio protestante tan modélico que su permanente exposición a la galería ha convertido a la prometedora Caroline en un trasnochado maniquí y a su marido Julian en un odre sin fondo; es un aquelarre pagano de apariencias y envidias en plena Ley Seca donde un matón desarraigado oficia de custodio de licores y amantes de gángster de medio pelo; es un tobogán existencialista con un ángulo de pendiente de tres días de Navidad por el que se desliza el protagonista al aparcar su Cadillac de las convenciones burguesas.

Su caída en picado es directamente proporcional al ritmo vertiginoso que confiere el autor a los diálogos, verdaderos constructores de la narración, y a su estilo directo donde ningún personaje escapa a la acritud de su memoria, ya que esta novela contiene retazos de autobiografía y algún que otro ajuste de cuentas con su asfixiante ciudad natal.
John O’Hara es coetáneo de la gloriosa “Generación Perdida” norteamericana que tantos placeres da encontrar y, aunque carezca de la mundanidad de Hemingway o de la profundidad existencial y el exquisito gusto de Scott Fitzgerald, merece un lugar escogido entre nuestras lecturas por la excelente crónica de una época frívola con pies de barro, por el angustioso retrato de la autodestrucción del ser humano y porque no se corta al denunciar el encubierto racismo y la puritana xenofobia de los WASP.

Para terminar, señalar que la edición de Lumen cuenta con interesante prólogo de John Updike y que O’Hara, al igual que muchos de los escritores del momento, aterrizó en Hollywood donde trabajó como guionista, siendo su película más reseñable el musical “Pal Joey”: Frank Sinatra, Rita Hayworth, Kim Novak y estupenda banda sonora de jazz. Sin embargo, a pesar de tener todas las papeletas para ser un peliculón, Cita en Samarra no se llevó al cine ¿Alguien se anima a comprar los derechos?

Recomiendo vivamente esta desbocada novela a los amantes de la conducción sin manos, de los whiskys cargados de inquina, de las deliciosas flappers, de la Gran Depresión como fuente inagotable de joyas literarias y...Para los que vivimos la vida en una constante pregunta.

Sybilalibros @YoLibro


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