Un palentino deslumbrado por Sevilla. Nada raro, lo extraordinario es lo fecundo de ese amor. Este volumen recoge textos que resumen una devoción, una vida larga y fecunda residida en la ciudad del rey Fernando, tercero de su nombre.
En “Sevilla, fortaleza y mercado”, 1925, vemos cómo una ciudad se transforma, sienta sus bases jurídicas, crece y se hace grande. Anotando los títulos de sus partes sabemos el plan del trabajo: “La ciudad y su alfoz”, “Caballeros y mercaderes”, “La administración en la economía ciudadana”. Carande indaga en todos los archivos disponibles, incansable y riguroso. Aprendemos sobre los problemas de población, cómo se atrae gente que habite la ciudad,casi despoblada tras la conquista de Fernando III en 1248. Los repartimentos de casas y solares, la organización concejil, social, con base en el fuero de Toledo. El desarrollo de Sevilla desde el rey santo hasta los primeros trastamara, los enriques del siglo XIV.Leemos sobre la importancia del río, de los genoveses. Renovada por guerreros, campesinos, comerciantes; vive Sevilla encerrada en sus murallas… no, abierta al comercio, al mundo.
Para comprender de dónde viene Sevilla, disfrutamos el trabajo “Sevilla, alminar y domicilio”, sobre las ciudades hispano musulmanas. Tenemos también un recuerdo para la hispanista norteamericana Ruth Pike; páginas sobre Pedro Salinas, madrileño catedrático en Sevilla, poeta excelso; algunos textos más de don Ramón.
Carande, que vivió casi cien años, 1887-1986, es de esos españoles que sufrieron la inquina de ambos bandos en nuestra guerra, lo que hace que confiemos en él. Sobra hablar del éxito de su obra célebre “Carlos V y sus banqueros”.
Leo la edición de Editorial Crítica, 1990, 274 páginas.
Luis Miguel Sotillo Castro
No hay comentarios:
Publicar un comentario