Urraca
nace en León en 1081 y muere en Saldaña en 1126. No ha cumplido los cuatro años
cuando su padre, Alfonso VI, conquista Toledo. Reina de León entre 1109 y 1126;
el reino incluye las actuales Galicia, Asturias, Cantabria, León, Castilla, el
País Vasco y partes de Castilla La Mancha, Extremadura y Portugal. Las
fronteras tiemblan durante el reinado como un flan de sangre. Los enemigos son
su esposo Alfonso de Aragón, del que se divorciará, los almorávides y su hermanastra
Teresa, cuyo hijo acabará segregando Portugal del reino leonés, hecho que
Urraca no vivirá. La relación ambigua, tensa, con el poderoso obispo de
Compostela Gelmírez merece y tiene mucha
historiografía.
Se
puede considerar su reinado exitoso, en cuanto consiguió no perder territorios
heredados de su padre y logró ser sucedida por su hijo, Alfonso VII, en 1135
coronado Emperador en León, sin ser desplazada en vida por él, como hubiese
sido el gusto de parte de la nobleza y el clero. Si añado que, viuda de
Raimundo de Borgoña, divorciada de Alfonso el batallador de Aragón, tuvo después
una vida amorosa e hijos con quien le pareció, el interés crece.
La fama le ha sido adversa en buena medida.
Este libro corrige eso, con demasiado ímpetu. Al lío.
Sine ira et studio. Esta frase de Tácito
que suele traducirse: sin odio ni
parcialidad, es un mandato para los historiadores. Este libro lo incumple.
Rebosa ira contra las fuentes medievales
sobre el reinado de Urraca, es parcial de esta reina y su Reino, León.
Ruy
Ximénez de Rada con su De rebus Hispaniae es vilipendiado por el autor; también
Lucas de Tuy y su Chronicon mundi, del
siglo XIII igualmente. Además utiliza el Chronicon Compostellanum, siglo XII,
etc. Es decir, el autor ha leído las fuentes y trabajado sobre ellas, lo que se
agradece. Pero su falta de comprensión por esos clérigos escritores y sus
motivaciones empobrece el trabajo. Los tilda de pro castellanos anti leoneses y
antifeministas sin profundizar en los motivos.
Ira et studio.
Así
mismo acude a grandes historiadores, como Claudio Sánchez Albornoz, García de
Cortázar, José María Mínguez y más. El autor ha trabajado. Lo malo es la
premisa, que la tenga; querer demostrar que Urraca es una mujer moderna y
feminista, que el Reino de León merece hoy, siglo XXI, ser autonomía sin Castilla.
La
Historia es la narración y comprensión, en la medida de lo posible, de los
hechos, no de los deseos; menos la proyección de estos hacia el pasado o el
futuro.
El
libro es bonito, por el tipo de letra y las ilustraciones oportunas. Ediciones
El Forastero S. L. U. León, junio de 2020. 276 páginas con bibliografía pertinente.
Luis
Miguel Sotillo Castro.