Fernando el santo, tercero de su nombre, es uno de los reyes más importantes de la historia española. Poco se habla y escribe de él, a favor y en contra. Casi mejor, viendo la politización ignara de todo.
Rey
de Castilla en 1217, por ser nieto de Alfonso VIII; rey de León en 1230, por
hijo de Alfonso IX. Ambos reinos quedan con él unidos hasta hoy. Esto no hubiera sido posible sin la actuación
extraordinaria de su madre, Berenguela, mujer esencial en la historia de
España. Entra Fernando en la Córdoba musulmana en 1236, en Jaén en el 46, en
Sevilla en 1258. Desde él, se puede decir que la Reconquista es irreversible.
Gracias a él, podemos celebrar los logros culturales del reinado de su hijo,
Alfonso X; debidos a la fortaleza del reino que la actuación política y bélica
de su padre legó.
Quince
trabajos componen este libro, de otros tantos autores. La selección se debe a
Carlos de Ayala Martínez y Martín Ríos Saloma, español el primero, mejicano el
segundo. Ocho de ellos hablan de las órdenes clericales de caballería, dando
razón al subtítulo: Tiempo de cruzada. Los Papas, los calatravos,
hospitalarios, etc. La cruzada como medio de justificación, reclutamiento,
financiación de la guerra. ¿Fue la acción reconquistadora de Fernando III
equiparable a las cruzadas en Oriente? A Fernando le conviene que el Papa le
considere rey cruzado, pero mandando él, no el obispo de Roma. Asunto
apasionante desmenuzado en estos estudios. El resto de trabajos analizan la
sociedad de la época fernandina, cristiana y musulmana; el funcionamiento del
Gobierno, la cancillería, el entronque con la ideología asturiana de los
primeros tiempos reconquistadores; la imagen del rey, desde las loas, escritas
y monumentales, de su hijo Alfonso X, hasta los intentos de canonización.
518
páginas que incluyen bibliografía pertinente. Edita la benemérita Silex, en
2012.
Luis Miguel Sotillo Castro.