sábado, 11 de abril de 2020

LOS HERMANOS ASHKENAZI. Israel Yehoshua Singer


Israel Singer vivió entre 1893 y 1944; como otros grandes escritores heridos por el nazismo, Joseph Roth, Stefan Zweig, no alcanzó a ver la caída de Hitler. Judío polaco, usa el yiddish como lengua literaria. Este idioma es el propio de los judíos ashkenazis, de Europa central y oriental. El yiddish se basa en el alemán del siglo XIII, con influencias de la región en que estuviesen los judíos, por ejemplo eslavas; se escribe con alfabeto hebreo. Desde 1934 Israel vivió en Nueva York, a salvo de genocidas.

 Los gemelos Simja y Yánkev Ashkenazi nacen en Lódz, capital de la  industria textil polaca. Su padre Abraham llegó a Lódz cuando era un pueblo y contribuyó a su crecimiento asombroso. Polonia ha sido una víctima, durante siglos, de sus vecinos rusos y alemanes, culminando el horror con la apisonadora impía de soviéticos y nazis. Esta novela empieza casi mediado el siglo XIX. Alemanes y judíos rivalizan en la naciente industria de los telares y el comercio, bajo el despotismo del Zar, capaz de exterminar a la nobleza polaca rebelde. La novela alcanza los tiempos de la Gran Guerra y la revolución soviética. El retrato de Lenin el maquinador anticipa la tiranía que impondrá.

 Revolución industrial y lucha de clases. Hablamos de una industria crudelísima para el obrero, indiferente a su sufrimiento; este va y viene sin reposo de la fábrica a la vivienda indigna, pasando por la taberna adormecedora.  Obrero que se considera aliviado si trabaja sólo catorce horas al día. En el reposo del domingo o la inacción del Sabbat, le va la supervivencia. En este ambiente, el judío ortodoxo malvive marginado, acosado y acusado. El judío próspero e industrioso busca un reconocimiento social que, en las malas, se revela ficticio e inestable. El judío concienciado socialmente será encarcelado por el Zar, vapuleado por unos y manipulado por otros. Porque para tiranos tradicionales y revolucionarios socialistas, un judío siempre es un judío. Y lo ha de pagar.

 Yánkev Ashkenazi es hombre razonable, judío descreído pero respetuoso con sus mayores piadosos, encantador en el trato. Simja, que se hace llamar Max, es un monstruo egoísta. Será malvado con propios y extraños. Su autoestima enfermiza es peor que el odio por uno mismo. Hombre de pasiones tan poderosas como mezquinas. La relación entre los gemelos no admite, para mí, la comparación que hace la crítica con Caín y Abel; la encuentro más compleja, no arquetípica.

 Tiene la novela una colección larga de personajes bien construidos, varones y mujeres. La creación de personajes femeninos complejos y matizados, pese a su irrelevancia política, su enclaustramiento social, es un acierto entre muchos de la novela. No entraré en detalles para no eternizarme. No puede describirse un mundo en página y media; para ello, la lectura del libro.
 Lo recomiendo entusiasmado. 679 páginas en Acantilado. El glosario de palabras arameas, hebreas y del yiddish es tan oportuno como apasionante.


 Luis Miguel Sotillo Castro
  



CUENTOS MACABROS. Edgar Allan Poe


Poe es un personaje de Poe, para su desgracia. Escribe literatura a la vez vivida e imposible; no puede suceder lo que cuenta, eliminando la frontera entre vida y muerte, pero nos parece autobiografía.

 Si te has sentido raro y solo, eso está en Poe. Si has tenido miedo y el corazón desbocado, está en Poe. Si has amado hasta la insania a quien no debes, en Poe. Si te ha perdido el sentimiento de culpa,  Poe. Si te han obsesionado los deseos podridos…

Como supongo que casi todos hemos leído muchos relatos de Poe en distintas ediciones de selección variada, voy a dar el índice de este libro, por si encuentran algún título desconocido: Berenice, El gato negro, La isla del hada, El corazón delator, La caída de la casa Usher, El retrato oval, Morella, Ligeia; traducidos por Julio Cortázar. Contiene esta edición el trabajo sobre la vida y obra de Poe escrito por Baudelaire. Yo no conocía La isla del hada, ha sido una sorpresa agradable. De los demás, mis preferidos son El gato negro y El corazón delator.

 Las ilustraciones de Benjamin Lacombe, parisino nacido en 1982, son la gran atracción original del libro. En color y en blanco y negro, transmiten morbo, claustrofobia y belleza; fieles al texto, imaginativas sin alejarse de Poe, al contrario.
 Libro muy recomendable, por contenido y continente. La edición original es de 2011, leo la décima, de julio de 2019. Tiene una segunda parte, Cuentos macabros volumen II, igual de apreciable.


Luis Miguel Sotillo Castro



domingo, 5 de abril de 2020

LA AMIGA ESTUPENDA. Elena Ferrante


Reconozco que me moría de ganas de leer este primer libro de la saga  “Dos Amigas” porque era un bombardeo constante de opiniones entusiasmadas en las Redes Sociales y los Culturales de prensa se deshacían en elogios con la autora a la que rodea un halo de intriga por firmar con seudónimo. Se vendía como best-seller de calidad pero “mucho ruido y pocas nueces”.
La novela narra la historia de la extraña amistad (más bien enfermiza dependencia) entre dos niñas, Lila y Lenù, de personalidades opuestas: Lila es indómita, rebelde, cruel y manipuladora, pero también inteligente y creativa. Lenù representa la inseguridad, la falta de iniciativa, pero también la responsabilidad y la dulzura.
Asistiremos a sus desventuras en un barrio deprimido del Nápoles de postguerra, desde la infancia hasta la adolescencia, a las difíciles relaciones con sus familias  y vecinos, a sus sueños para hacerse ricas y salir de ese entorno.
Sus andanzas sirven a la autora para pintar un vívido fresco de suburbio napolitano al más puro estilo Neorrealista, donde la miseria se adhiere a los sentimientos, los caracteres se forjan en la violencia de la lava del Vesubio y el dialecto es una frontera social más poderosa que el dinero: no faltan la familia que prospera gracias a la Camorra, el rico pero mezquino usurero que explota a sus propios vecinos obreros, el que destaca de los demás por un uniforme de ujier. Todos aferrándose a la tradición para no perder su identidad.
En resumidas cuentas, un folletín napolitano de argumento trivial y narración superficial, con una pareja protagonista, eso sí, que no deja indiferente. De hecho, la pequeña y salvaje Lila echa para atrás al principio de la novela casi tanto como el opaco estilo de la autora. Ambos se irán suavizando a medida que la Ferrante descargue todo el peso de la novela en los sentimientos, de forma que la lectura se hace tan liviana que se termina en dos días.
Fácil de empatizar, sin mucha sustancia a pesar de las pretensiones de la “pluma misteriosa”, sirve para pasar el rato y, para quien conecte con el culebrón, engancharse a una tetralogía que le mantendrá entretenido un tiempo a la par que le dejará el bolsillo temblando, pues cada libro cuesta 25€ en edición de papel (menos mal que me lo regalaron).

NOTA BENE: Esta crítica afecta sólo al primer libro de la tetralogía. Ignoro si los siguientes mejoran en calidad literaria y argumental.

Sybilalibros

sábado, 4 de abril de 2020

NUESTRO HOMBRE EN LA HABANA. Graham Greene.


Para mí, la más divertida, surrealista y disparatada de las novelas del maestro Greene además toda una declaración de principios como se aprecia en boca del protagonista:
“Me importan un bledo los hombres que son leales a la gente que les paga, a las organizaciones…Ni siquiera creo que mi país signifique mucho. Hay muchos países en nuestro cuerpo ¿no? Pero sólo una persona. ¿Sería el mundo un desastre si fuéramos leales al amor y no a los países?”

Ambientada en la Cuba de 1958, a finales de la dictadura de Batista en la que militares, contrabando y espías de toda calaña campan a sus anchas, Mr. Wormold, un pusilánime, mediocre y arruinado vendedor de aspiradoras inglés que necesita un dinero extra para pagar los caprichos de su hija acepta trabajar para el MI6 como espía. Como carece de habilidades para el oficio, finge que los indescifrables planos de una aspiradora corresponden a los de una bomba atómica. Esto desencadenará un continuum de situaciones absurdas que, sin embargo, incardinadas a la peligrosa situación de la isla, acaban poniendo en severo riesgo al protagonista y a su hija. La farsa termina siendo una siniestra realidad.
Esta rocambolesca premisa sería increíble si no fuera por el contexto en el que se desarrolla la novela. No lo olvidemos: plena Guerra Fría, los soviéticos lanzan el primer Sputnik, pruebas norteamericanas de bombas atómicas en el Pacífico, la guerrilla de Fidel Castro se atreve a secuestrar al automovilista Fangio…Un clima de psicosis colectiva por guerra inminente que desata una alocada carrera nuclear en la que todos los estados quieren llegar el primero a la meta.
Y es lo que aparece reflejado en la novela, aparte de una mordaz crítica a la ineptitud del servicio secreto británico, la Cuba de Batista, la de la corrupción a gran escala, el remolino caribeño que atraía a toda la canalla del planeta donde era bien recibida. Greene había visitado Cuba en varias ocasiones (luego lo haría más veces para sus largas charlas con Fidel) y conocía de primera mano lo que se estaba cociendo.
Humor negro y sarcasmo para denunciar la paranoia de la época, mucho trasiego de alcohol (comme il faut!) y unos personajes irrepetibles: volvemos a encontrarnos aquí con los antihéroes de Greene, esos tipos oscuros y anodinos que en tiempos revueltos se ven impelidos por su propia impericia a tomar grandes decisiones. A su lado, un personaje siniestro extraordinario que brinda al lector una de las escenas más memorables de la literatura con una desquiciada partida de damas cuyas fichas son botellitas de whisky y bourbon: Segura, el capitán de la policía cubana enamorado de la hija de Wormold. Perversión en estado puro.
Muevan ficha y jueguen esta partida porque lo van a pasar muy bien, no van a querer soltar este libro cuya acción no para un segundo, deja sin respiración mientras que las frases de sus protagonistas quedarán en su memoria para siempre.
ADENDA CINÉFILA: Al año siguiente de escribir la novela, Graham Green realizó el guión para la película que dirigió Carol Reed y protagonizaron un impagable Alec Guinnes y una guapísima Maureen O’Hara, y que se rodó en Cuba recién subido al poder Fidel Castro, que se hizo fotos con todo el elenco.
Sybilalibros

viernes, 3 de abril de 2020

LA COLA DE LA SERPIENTE. LEONARDO PADURA

Cuenta Padura en la nota final que este libro nace de un trabajo sobre la comunidad china en Cuba (¿quién lo iba a decir? ¡Chinos en Cuba!) cuando trabajaba como periodista en un diario de su patria, dando lugar incluso a un documental televisivo. Le fascinaron tanto las tradiciones chinas en un lugar tan alejado física y culturalmente del imperio asiático, le conmovió tanto el sentimiento de desarraigo de esta comunidad que decidió escribir un relato de Mario Conde con el material recogido, aunque fuera de la serie propiamente dicha del policía. Más tarde, cuando el éxito de la serie estaba más que asentado (y nos tenía ganados a todos sus lectores) la editorial le propuso reelaborar el relato para incluirlo en la serie.
Así surgió esta novelita corta, sin grandes pretensiones, con un caso policíaco de poca monta. Pero lo que le falta de enjundia argumental lo suple con gracia y picardía. He llorado de risa leyendo a los chinos hablar cubano tal y como los transcribe Padura, con la manera políticamente incorrecta (¡Gracias a Dios!) en la que el Conde, en su naturalidad cubana se relaciona con ellos y he aprendido un montón de cosas curiosas sobre San Fan Con y la santería de la Isla (bendito sincretismo).
Si estáis con el ánimo decaído, sin ganas de leer como yo, os recomiendo este libro (y cualquiera de la serie del Conde).
180 paginitas que se pasan en un santiamén y consiguen evadirnos de la pesadilla apocalíptica que estamos viviendo.
Sybilalibros

Destacado

El jardín de los Finzi-Contini. Giorgio Bassani

 " Yo, igual que ella, carecía de ese gusto instintivo que caracteriza a la gente corriente [...] más que el presente, contaba el pasad...