Nacido en 1951 en Richland, Washington, Card ataca lo que tiene de doctrina, pseudo religión, la lucha contra el caliento global. Está en contra del matrimonio entre homosexuales. Como mormón, ejerció su misión de dos años en Brasil. Partidario del partido Demócrata en una ocasión pidió votar al Republicano. Esté de acuerdo con él o no, a menudo no, cuenta con mi simpatía, por espíritu libre sin miedo a la pelea.
Ganador reincidente de Hugos y Nébulas, los
premios más prestigiosos de la ciencia ficción, es autor prolífico donde los
haya en el relato y la novela, tras los pasos de un Asimov o un Robert
Silverberg. Su fama más allá del género sci-fi se debe a “El juego de Ender”,
llevada al cine, que se extiende en una serie de novelas discutibles, como toda
“saga”. Las sagas de verdad son las medievales nórdicas.
“Criadero de gordos”, “Juegos de carretera”,
“Un largo viaje para matar a Richard Nixon”, “Ojo por ojo”, “Carne de rey”,
“Sagrado”, “El juego de Ender” (Fue relato corto antes que novela) y
“Autoestop” son cuentos que elevarían el nivel de cualquier antología.
Comentario de Luis Miguel Sotillo Castro.
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