A nadie le amarga un dulce, y menos si es un bombón relleno
de whisky irlandés como este breve relato, capaz de aunar en 77
páginas parte de la Historia de Irlanda.
Los amantes de la cultura irlandesa ya conocemos esa capacidad innata que tienen sus autores de hacer Literatura con mayúsculas de una idiosincrasia particular. Seamus O'Kelly no escapa a esa condición. Apenas conocido en España, este periodista, dramaturgo y poeta de la quinta de J. Joyce es renombrado en su país tanto por sus relatos como por su compromiso con el Sinn Féin a través del periódico Nationality. Su obra es tan breve como su vida y de ella destaca la divertidísima "La tumba del tejedor", la única editada en español por Sajalín.
La trama, surrealista donde las haya: Mortimer, el tejedor de un pueblecito irlandés ha muerto. El hecho de hallar el lugar donde le corresponde enterrarse en el laberíntico cementerio de Cloon na Morav (El prado de los muertos), cuyo mapa sólo residía en la mente del finado, se convierte en una Odisea celta de la mano de los únicos que podrían recordar su paradero: dos ancianos que se aferran a esta última oportunidad de demostrar su utilidad a la comunidad y que no dudan en prolongarla con discusiones genealógicas tan enredadas como la turba que pisan, sin importarles lo más mínimo los sentimientos de una paciente viuda o la prisa de los enterradores.
Viejos, pero no vejez; muertos, pero no extintos; un cementerio que constituye un Gotha repleto de aristócratas de oficios; viudas con luto de primavera; discusiones tan eternas como las piedras y volátiles como el whisky.
Y humor, mucho humor negro.
Finalmente, un guiño para cinéfilos. Leedlo, y sabréis de dónde extrajo J.Ford la idea para una escena de "El Hombre Tranquilo".
Mil gracias a Sajalín por editarnos estas joyas en castellano.
Sybilalibros@YoLibro
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