miércoles, 30 de marzo de 2022

LA REINA BLANCA DE CASTILLA. Régine Pernoud

Aquí os dejo mis impresiones sobre la lectura de la vida de esta regia reina,sin que haya en ello redundancia, porque de carácter y sentido de estado iba más que servida.

Digna nieta de Leonor de Aquitania y honrando siempre a sus padres y a su Castilla natal, su camino corre tan paralelo al de su querida hermana Berenguela de Castilla que asombra: ambas tendrán que bregar solas con un reino hostil y las dos traerán al mundo a dos reyes santos: Berenguela a Fernando III el Santo, y Blanca a S. Luis IX (sí, el mismo al que se invoca cuando se dice "más bonito que un S. Luis").

Una vida apasionante que Pernoud, investigadora de una calidad extraordinaria, que se bate hasta el último rincón del último archivo del mundo conocido, reconstruye a base de las poquísimas noticias que se tienen de ella, generalmente por fuentes indirectas y sonsacando y exprimiendo hasta lo imposible los sucesos y personajes que protagonizaron el s. XIII francés. El continuo y necesario recurso a la complicadísima historia de Francia de ese momento hace que su lectura sea difícil de seguir en múltiples ocasiones, incluso para una historiadora como yo, aunque apasionada por el país vecino, que confiesa haber tenido que echar mano del atlas histórico para situarse. 

Lastra esa profusión de datos de pequeños nobles intentando una y otra vez ganar un palmo de terreno a la corona, no a la investigación, pero sí a la imagen de esa reina que tan mala fama se ganó injustamente entre los escolares franceses que la autora quería reivindicar, quedando muy desdibujada y en segundo plano. Gajes del uso de fuentes indirectas cuando no hay más de dónde sacar. 

Aun así, lo he disfrutado muchísimo, he aprendido bastantes cosas y recordado otras más (una romántica cena en un pequeño y encantador restaurante en la isla de s. Luis en París llamado Auberge de la reine Blanche, precisamente).

Sólo lo recomiendo a gente muy apasionada por la Historia y que tenga una mediana formación en el país galo, de lo contrario se va a perder. 


Para mí, de la autora, mejor la biografía de Leonor de Aquitania; y de la mismas hechuras que esta, la de Berenguela de Castilla de S. Martínez, más asequible por cercanía geográfica e histórica.

Excelente edición de Acantilado, como viene siendo habitual.

Sybilalibros


lunes, 28 de marzo de 2022

LA RETORNADA. Donatella di Pietrantonio

 “Era l’Arminuta, la retornada. Hablaba otra lengua y ya no sabía a quién pertenecía. La palabra mamá se había quedado en mi garganta como un sapo. Hoy ignoro qué lugar ocupa realmente una madre. Me falta como puede faltar la salud, un refugio, una certeza”

Italia, 1975. Una chica de 13 años lleva una existencia plácida como miembro de una familia acomodada, disfrutando de sus privilegios, un buen colegio, amistades apetecibles y de un cariño que se quiebra de golpe el día en el que se le anuncia que debe volver con los suyos, sin más explicaciones. Empieza entonces un exilio desgarrador en la atrasada región de los Abruzos, narrado en primera persona por esta chica sin nombre, en un ambiente hostil y marchito, dentro de una familia biológica pobre que no entiende su vuelta, que no la reconoce una de los suyos, con unos hermanos extranjeros que expresan su rechazo privándola de su identidad para sólo llamarla “la Retornada”. Esta exclusión, aún más dolorosa que el cambio de estatus social, sólo será soportable gracias al único aprecio que encuentra, el de su hermana pequeña Adriana con quien comparte el desvencijado colchón. 


“La Retornada” es el retrato de un alma pura que tiene que madurar rápidamente para sobrevivir en el desprecio, desaprender para aprender otras maneras de amor, de convivencia, sabiendo que nunca será querida; es crecer sin poder llamar madre a ninguna de las dos que ha tenido, es, en definitiva, una mirada dolorida pero inteligente que finalmente comprende aunque no acepte.


Y la autora conduce este viaje de una manera tan conmovedora como sorprendente, pues su prosa, heredera del mejor neorrealismo de posguerra, aquel de Ginzburg o Morante, es enérgica y austera, alejada de cualquier sentimentalismo. Estremecer con esa economía de adjetivos no es tarea fácil y Pietrantonio lo pasa con nota: bastan una estructura sencilla y el uso atinado de la lengua como vehículos para mostrar la transformación emotiva de la Retornada.

Los diálogos descarnados, la desolación de la situación, el desamparo de estas dos hermanas extrañas en las mismas venas, unidas en una relación atípica y visceral rematan una trama tan original como absorbente, a pesar de un desenlace abierto que puede que no guste a aquellos lectores enemigos de este tipo de final pero al que veo todo el sentido.

El único pero que le encuentro es la falta de explicaciones a muchos de los interrogantes que nos abre y que la autora deja en suspenso intencionadamente. También me hubiera gustado saber más de otros personajes que se asoman a esta “resurrección” pero no cuentan lo que ven.


Lo he disfrutado mucho, tanto en la forma como en el contenido. Me parece un libro precioso sobre el drama de la adopción en otros tiempos no tan lejanos, cuando familias pobres y con muchos hijos solían entregar uno de ellos a familiares sin hijos para que los criasen.

Y ademá se devora de una sentada. Perfecto para una tarde de lluvia.


Sybilalibros.


Nota bene: l’arminuta es la palabra abrucense para designar a la persona que no es ni de allí ni de aquí. 

jueves, 3 de marzo de 2022

EL SERMÓN DE LA CAÍDA DE ROMA. Jérôme Ferrari

Hay títulos maravillosos como este, evocadores al máximo, que pueden llevar a engaño al lector menos avisado: esto no es una novela histórica ni un ensayo sobre el famoso sermón de S. Agustín, aunque el autor lo tome como eje o alegoría contemporánea de tiempos inciertos.

“El sermón de la caída de Roma”, premio Goncourt de 2017, es una fábula sobre dos amigos, Matthieu y Libero, que renuncian a sus estudios de filosofía para regentar un bar en un pueblo perdido de Córcega, la Arcadia salvaje y primitiva para el francés continental. Hijos de familias acomodadas, les invade el desencanto de la vida burguesa parisina y no hallan en su carrera las respuestas que buscan. Mientras Matthieu adolece de un espíritu conformista que le hace ver el bar como el edén primigenio, un billete hacia al origen no adulterado por la sociedad de consumo, Libero, más enérgico, sólo quiere huir de la estupidez humana. Su relación con los sencillos y escasos habitantes de la zona es de franca admiración por su modo de vida. Intentan imitarlos, se convencen de que lo han conseguido, pero Leibniz y S. Agustín siguen dirigiendo sus razonamientos mientras que una realidad de traiciones y malos negocios más antigua que el mundo se encarga de sepultar la utopía de juventud: la Jerusalén celeste corsa está tan corrompida como la vieja París y la filosofía tiene la cabeza embotada con licores falsos y amores rápidos. 


Tremendamente original tanto en el planteamiento como en la estructura, cada capítulo se intitula como una frase extraída de S. Agustín, algo que no es gratuito pues constituyen etapas de un camino espiritual que concluye con el famoso sermón de la caída de Roma, aquel que el padre de la Iglesia dirigió a los cristianos desesperados ante el desmoronamiento de la capital del mundo, último capítulo y metáfora de la crisis existencial de ambos protagonistas y por ende de la actual decadencia occidental. 


Entre el alfa y la omega se desarrolla una lucha titánica por evitar el colapso del reino de la felicidad construido, pero Matthieu y Libero son hombres y por tanto falibles. Y aunque no existan dioses que los expulsen del paraíso pues ninguno de los dos protagonistas cree en ellos, lo que el autor viene a decir, en un mensaje pesimista, es que todo ser humano, en su voluntad de crear, de trascender, lleva dentro el germen de la desgracia.


“El sermón de la caída de Roma” no es un libro pesado pero tampoco liviano, sobre todo la primera mitad en la que la trama se demora en el mítico “Et in Arcadia ego” de dos desencantados. La prosa cuidadísima de Ferrari, quien escribe lento, bello, con frases largas y acariciando las palabras, ralentiza la prisa contemporánea y densifica el párrafo, lo que 

exige un tiempo extra para su lectura.


Para mí ha sido un relato atractivo con un único pero: la falta de fuerza a la hora de construir los protagonistas, actores mediocres en un escenario de tragedia como es Córcega, que tampoco está aprovechada. Así, el drama épico que plantea queda en algo grandilocuente para unos personajes que se reducen a dos adolescentes consentidos que se niegan a crecer y cuyo cinismo impide la empatía del lector. Menos mal que el final sí está a la altura.


A pesar de este inconveniente recomiendo su lectura o cualquier otra de Ferrari, para disfrutar de un lenguaje en el que la belleza sirve a un fondo interesante.


Sybilialibros


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