Me
fascina el rostro de Joselito, Gallito, cuando posa serio o con sonrisa leve. El
misterio de la Gioconda humilla ante un lance sonriente de José con la rodilla
doblada. En las pocas fotos en que ríe me parece otra persona. Para mí es un
enigma esa faz hija de payo torero y gitana bailaora.
Vivió deprisa y marcando una época, como
Alejandro. Claro que exagero, la literatura taurina tiende a la exageración.
Las críticas de las corridas van del elogio desmedido a la denigración del
torero, un día elevado a los altares, al siguiente enterrado bajo el albero
ardiente del infierno. Antiguamente los críticos eran venales, cobraban más de
los toreros que de sus medios. En este libro asistimos al espectáculo de la
soberbia de Gregorio Corrochano, crítico de ABC. Más que dejarse sobornar, que
también, quería mandar en el toreo, desde su columna. Pese a ello, da gusto
leer sus reseñas; sólo Antonio Díaz Cañabate escribe de toros mejor que él.
Los
cuadros estadísticos, bibliografía y fotos hacen necesario este libro para todo
aficionado a la fiesta terrible, hermosa, cruel, secular, litúrgica, abominada,
adorada, eterna, a punto de morir.
Ediciones
EL PASEO EDITORIAL, 2020. Este libro es una ampliación del original de 1999.
423 páginas antes de los apéndices con los que suma 497.
Comentario
de Luis Miguel Sotillo Castro.