El argumento es muy curioso: Dionisio, un mindundi metepatas
con ínfulas de rico empresario, vive en la pobreza y el desamor por su
incapacidad para cerrar la boca a tiempo.
Una noche de pesadillas oye una voz que le llama. En su
búsqueda es mordido por algo que lo deja sin sentido. Al despertar resulta que
tiene instalada en el oído como inquilina una Pulga fastidiosa que, a cambio de
un poquito de su sangre, promete hacerle rico y exitoso con las féminas si
sigue los consejos que va dictándole en la trompa de Eustaquio.
Lo que ocurre es que la Pulga, que cuenta con un currículum
de huéspedes eminentes a lo largo de la Historia, tiene unos caprichos y
exigencias digamos un poco extravagantes que convertirán la existencia de
Dionisio en una continua zozobra.
Mientras nos divertimos con las perversiones del parásito
canalla, en el trasfondo hallamos una metáfora de nuestro mundo contemporáneo
en el que el triunfo a toda costa (sexo,
dinero y poder) nos empuja a vender nuestra alma al diablo.
No había leído nada de este autor, es mi primer acercamiento
a él y a pesar de contar con un buen cartel entre los lectores, no me ha
calado. Se me hace difícil de entender la concesión del premio más allá de su
originalidad, aunque me comentan que no es su mejor escrito. Habrá que probar
con sus cuentos para juzgar con más criterio.
Entretenida y procaz, con un estilo narrativo entre la
sencillez casi infantil de la fábula y la reflexión adulta, sirve para pasar un
buen rato.
Sybilalibros@YoLibro
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