Wassmo
es una novelista noruega nacida en 1942. “La casa del mirador ciego”, “La
habitación muda” y “El cielo desnudo” forman la trilogía sobre la muchacha Tora,
editada en español por Nórdica. Me encantó, desde entonces busco algo más suyo.
Encontré esta novela en el Rastro madrileño, inopinadamente; momento mágico de
lector compulsivo.
“Dinas
bok” es el título original. Lo de “un espíritu rebelde” es tan apropiado como
vestir a un potro con smoking, que además le quede corto y estrecho. Cosas de
Círculo de Lectores, editorial cuya lápida debería rezar: Con mis libros llené
de maravillas vuestros hogares grises.
Ante Dina, la protagonista, Lucrecia Borgia es
una simple, Escarlata O’Hara una muchacha discreta y sensata. A Robert Graves,
masoquista de género, en cuyas obras los varones son peleles a merced de las
mujeres, le habría encantado esta novela.
Dina
es el Norte, duro y ártico. Monta a pelo un caballo negro, tan poderosa como
infeliz. Pasa resuelta del aislamiento temeroso al dominio misántropo sobre los
otros. Si se relaciona, manda. Mandar es destruir la libertad ajena, siempre.
La muerte terrible de la madre durante su
niñez marca a Dina. El Destino, frío como la Biblia luterana cuyas citas
encabezan los capítulos, graba su marca al rojo vivo, entre nieves, sobre la
piel infantil; quiebra su alma con el peso gélido del sentimiento de culpa. Huye
del remordimiento hacia delante, tocando quieta el violonchelo entre sus
piernas o galopando temerariamente por
caminos invernales imposibles; acumulando culpas nuevas, como nieves recientes
sobre el paisaje helado.
¿Por qué leer novela tan tremenda? Por lo bien
que nos hace vivir el norte de Noruega en el siglo XIX, mucho antes de la
prosperidad petrolífera. Por unos quince personajes perfectamente creados, con
verosimilitud y claridad. Porque a menudo he leído el mismo párrafo varias
veces, por puro placer lector.
Leo la edición de Círculo de lectores de 1994,
la original es de 1989.