Nunca una novela triste dio lugar a tanta sonrisa.
Conmovedora, estimulante, divertida, emotiva y muy bien escrita, Anne Tyler da en la diana del lector con un argumento tan humano como los inolvidables protagonistas que lo encarnan.
Macon es un aburrido escritor de guías de viaje para gente que se desplaza por trabajo que, paradójicamente, odia viajar y salir de su rutina exasperante. La pérdida brutal de su hijo de 12 años por disparo, la consiguiente depresión en la que se ahoga su esposa Sarah y la inexplicable actitud de Macon ante la muerte hacen que ella lo abandone. Incapaz de reaccionar ante el vuelco de los acontecimientos, se instala en una inercia sin preguntas hasta que su perro Edward decide tomar la iniciativa portándose mal, lo que le conduce a Muriel, una adiestradora de perros que es la personificación de la improvisación, el optimismo y el caos. El choque de trenes está servido, a cámara lenta, no sin resistencia, pero magnífico en su parsimonia.
Agridulce,“El turista accidental” es, por encima de todo, una novela de personajes extraordinaria: incómodos, auténticos, con una actitud ante la vida frustrante pero real, cada personaje está perfilado al milímetro para que el drama funcione como una comedia. Sus diálogos, rápidos y desbordantes, muestran las emociones más complejas en un lenguaje tan sencillo y a la vez tan trabajado que penetra en el lector como un torrente que agita todos nuestros sentidos, dejando la ambientación en un segundo plano para no distraer la atención de lo que se representa en escena: cómo una resistencia obcecada a los cambios puede afectar a nuestra vida y la de los que nos rodean.
Tyler dosifica los conflictos, juega con el contraste de caracteres sin abusar, aprovecha las diferencias sociales sin hacer juicios de valor y sobre todo, da tiempo al flemático, renuente, obsesivo Macon, un regalo de personaje para los anales de la literatura que la autora mima casi tanto como al perro Edward.
Para los que tuvieron la suerte de ver la maravillosa adaptación al cine realizada por Lawrence Kasdan en los 80 con un reparto de campanillas (William Hurt, Geena Davis, Kathleen Turner) les recomiendo con pasión el libro, porque la diversión estará cargada de matices que no aparecían en la pantalla; y para las nuevas generaciones, ambos, porque van a encontrarse con una historia desgarradora y no podrán evitar la sonrisa mientras la leen.
Sybilalibros